"Volverte a ver"

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A veces, tus cálidas manos acarician mi frente y no quiero despertar. Sigo sintiendo que esos sueños deberían ser mi realidad, tan distinta a la que respiro cuando mis ojos están abiertos. Tú abres mis puertas, y me conduces a través de caminos nuevos, de nuevos comienzos.

No he olvidado tus azules ojos, tu sonrisa, esa sincera que me dabas cuando algo te gustaba. Tu cabello, negro, tan alborotado y descontrolado, pero a la vez, tan suave. Tus brazos, que fueron mi refugio durante tantas noches y días. Tu voz, calma cuando me hablabas, y firme cuando le ponías limites a nuestros hijos. Tus labios, al principio tímidos y luego tan salvajes.

¿Vas a quererme igual cuando no sea tan fuerte? ¿Cuando mi cabello se torne blanco? " Me preguntaste tantas veces. Y mi respuesta siempre fue la misma. "Si, Alexander. Te amo hoy mas que ayer, y mañana te amaré más."

Si supieras lo que sufrí cuando te fuiste, te aseguro que no te quedarían dudas de que realmente fue así. No, no fue. Es así. Sigue siendo así, te sigo amando con esa fuerza Alec.

Te sorprenderías si te contara como estoy en este instante: Otra vez llorando, otra vez sintiendo que no me puedo ir. Necesito descanso, el alma y el cuerpo parecen no estar unidos. Esto era lo que tanto temía y no me quería acostumbrar a ti, no quería amarte.

Egoístamente, no quería sufrir. Pero nosotros no mandamos en el alma Garbancito. Cierro los ojos otra vez, ya ahora, además de ti, él esta ahí, besa mi mejilla y me toma de la mano "¡Papá! ¡Papito! Mira lo que me enseñó papi" Suelta una carcajada, tan sonora que, me sorprende que dolo yo pueda escucharla.

La espada que tiene entre sus manitos es demasiado grande para Rafael, pero aún así puede levantarla y correr con ella. "Será un gran cazador de sombras, algún día" Fue tu voz, lo sé, la reconocería en cualquier lugar. "Claro que sí, como tú" Te respondo, aunque no se donde estás en este momento.

Me exijo para no despertar cuando siento la fría brisa, que parece cortar mi rostro. Max toma mi brazo y me deja llorar en su hombro. Me duele tanto seguir. Todos opinan, todos dicen, pero... ¿Quién mas que tu sabe porque ya no tengo lágrimas? En toda mi vida de inmortal he sentido que mi alma se despegaba de mi. Mas de mil años y nunca sufrí tanto.

Lo he intentado todo para ir junto a ustedes, y nada sirve, porque cada vez que lo hago recuerdo uno de esos últimos días "Magnus, no importa cuán difícil sea, quédate, Max va a necesitarte. Serán ustedes dos contra el mundo"

Estoy harto de sentir y de ser el único jugador al que en este juego le toque perder.

¿Por que me dejaste? ¿Por que no puedo ir contigo? ¿Vendrás a buscarme alguna vez? Sé que tu y nuestro hijo nos cuidan desde donde estén. Los extraño mucho.

Siento rabia y una angustia inmensa cuando los mundanos admiran y anhelan tanto la inmortalidad ¿Es que no ven como sufrimos? Quiero escapar, quiero, por solo un instante dejar de respirar. Quiero creer en un cielo. Quiero sentir, en algún momento, que la esperanza de volverte a ver, surge otra vez dentro de mi.


Pesadillas realesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora