No había pasado media hora desde que le mandé el mensaje, pero ella, la incondicional, ya estaba en la puerta del loft y me lo hizo saber con un llamado.
—ALEC! YA LLEGUÉ!
Le abrí la puerta y me quedé atónito. Cuan atrás había quedado la Isabelle Lightwood de dieciséis años.
—Hey, Gracias por venir princesa. Me aburro sin salir de caza con ustedes.
—No agradezcas Alec, soy tu hermana. Además creo que con veintitres años puedo decidir si salir o no.—Bese su mejilla y salimos de caza, tres demonios ya habían sido erradicados a su tierra, cuando escuché el grito desgarrador de mi hermanita.
—BELLE!
—Es-Toy... Bien... Alec...
Era obvio que no estaba bien, perdía sangre a mares y estaba perdiendo el color. El pecho estaba desgarrado y dejaba ver el icor que el demonio había derramado allí.
—Ve a casa Gid.
El dolor la estaba haciendo llorar, y ella no lloraba jamás, hace siete años no la veo tan vulnerable. Cuando perdimos a nuestro hermanito. Nuestro Max
—No, Isabelle, tranquila. Estoy aquí, soy Dadec.
—Vete a casa.— La sangre empezó a manar de su boca.
—No me iré sin ti. Estarás bien, llegaremos al instituto y estarás bien reina mía.
—No Alec, basta.— Empezo a decaer el tono de voz y empecé a alterarme. —Recuerda siempre lo mucho que te amo.
—No! No Isabelle! Izzy! Bebita no me dejes! Mi princesa. Dizzy no por favor no tu! Porque ahora? Isabelle, mi hermanita mi Izzy no te vayas. —Los ojos empezaron a cerrarse y a pesar de mi corrida sabia que no llegaría a casa para salvarla. —MALDICIÓN ISABELLE NO CIERRES LOS OJOS! NO ME DEJES SOLO! NO IZZY! TODOS PUEDEN IRSE PERO NO TU! NO TU ISABELLE!
Los ojos negros se cerraron, y su manito, la que tantas veces había tomado para guiar por el mundo, se soltaba ya sin fuerzas. Cuando llegué al instituto mis gritos despertaron a Simon, Jace y Kian, un chico que había ingresado al intituto hace no mas de tres días.
—SIMON! JACE! CLARY! ALGUIEN AYUDA! AYUDA!
Mi cuñado, con Kyle a upa, llego sin prisa, pero al ver a Iz en mis brazos dejó al niño en el suelo y le dijo:
—Ve con tu hermana y por nada del mundo salgan. ¿Esta claro?
El pequeño asintió asustado, sabía que algo había pasado con su mamá. Simon corrió hacia mi y me ayudo a llevar el cuerpo sin vida de mi reinita hasta la enfermería. Por horas tratamos de utilizar runas para sustituir la sangre que perdía, tres veces probé despertarla. Sin éxito claro esta.
Tres días pasaron, Jace pasa horas en el estudio y según él son "Cosas del instituto". Pero lo conozco mejor que a mi mismo, y cuando se angustia se esconde en trabajo. Después de todo, es lo que nos queda.
No fui a otra misión, no me levante de la cama en semanas. Los niños me preguntan cuando voy a salir de mi cuarto. Y la verdad es que no lo se. Sin ella en mi vida ya no hay risas, ya no hay discusiones, no hay nada que me mantenga realmente vivo.
Recuerdo la tarde que llegó a casa, era un pequeño bultito rosado, abrió los ojos cúando le hablé. Ojos negros que te devoraban como la misma noche. Su cabello tan brilloso, color azabache. Intento e intento una vez mas despertar a mi princesita guerrera, pero es en vano. Su cuerpo ya es ceniza. Odio este día, esta semana, este mes y este año. Te odio por dejarme aquí, aunque en realidad solo quiero, llorar, llorarte. Me dejaste Isabelle, te fuiste sin mi. No te asustes, no voy a olvidarte. Es gracioso como las cosas que recuerdo cuando pienso en ti son tan triviales. Cuando comías cosas a escondidas de mamá y me dabas para que no dijera nada. Como eras la primera en saludarme en mi cumpleaños, saltando sobre mi cama mientras pudiste, y después revolcandote arriba mio para que me despierte. Te recuerdo usando tu látigo, y recuerdo tu cara de felicidad cada vez que lo hacías. Recuerdo tus horribles sopas. Por favor, estés donde estés Isabelle, NO COCINES! Bien, quizá exagero, pero eran... Excepcionales. La manera en la que tus ojos se achinaban cuando te reías. El sonido de tu risa. No voy a olvidarte. Porque fuiste tu quien me enseñó a ser un buen hermano mayor, la que me demostró lo que es querer a alguien más que a uno mismo. Lo que es hacer lo que sea por el bien de otro.
Isabelle, Dizzy, Izzy, Iz, Belle, Isa, Sophie, Soph, Chophie. Todas esas son las maneras en las que te he llamado. Dadec, Adec, Alec, Alexander, Alexito, Gideon, Gid, Giddy. Así me llamaste tú.
Voy a esperar el día en cual nos volvamos a encontrar.
Ay, princesita. Espero ese día como si nada pudiera hacer ahora. Izzy, te extrañaré. Tenlo por seguro.
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Pesadillas reales
FanfictionEsta es un nuevo Fanfic creado por Tammy. ¡¡Están listos para un poco de sufrimiento!! ¿Pueden creer la muerte de Alec Lightwood? ¿Pueden imaginar su dolor? o.... ¿Se imaginan la muerte del Gran Brujo de Brooklyn "Magnus Bane"? ¿Cómo lo narra Alec...