Prólogo
Esta historia va de un hombre de un sencillo pueblo, el cual va a estudiar fuera de su pequeño y acogedor pueblo, toda su familia estaba muy triste por que él se iba, pero también orgulloso de que fuera el primero de la familia en estudiar una carrera. Esta historia empieza en el avión.
Capítulo 1
Estoy en camino.
Después de la triste despedida con su familia en el aeropuerto se presentaba un largo trayecto desde las Islas Canarias hasta la capital de España, Madrid. Podriamos pensar que estaba triste por dejar a su familia, pero nada de eso, se sentía feliz, sabía que estarían bien y que le esperaba una estupenda oportunidad de estudiar. Neus iba con muchísisma ilusión, era la primera vez que montaba en un avión, aunque la ilusión le duro poco, ya que se quedo dormido como una marmota. Era muy propio en él. Llegando a madrid una azafata decidió depertarle :
- Disculpe es hora de despertar, estamos apunto de llegar a su destino.
- Ummm ,cinco minutitos mas mama.
La azafata le hizo mucha gracia y le agito ligeramente.
-Vale, mama ya me levanto.¿Qué hay para desayunar?- La gente del avión solto una carcajada al unisono, con la risa se desperto y al darse cuenta de que estaba en el avión no pudo más que poner sonrisa de oreja a oreja y reír con los demás.
Con las risas despejadas al fin despejadas, el piloto encendio el piloto del cinturón. En lo que Neus se ajustaba el cinto miro de refilón por la ventana y, anonadado por la impresionante vista de una ciudad tan grande observada desde arriba. Su corazón se aceleró y en lo único en que podía pensar era en la suerte que tenía.
Finalmente aterrizó en el aeropuerto de Barajas y se dirigió hacia la cinta tranportadora para recoger su maleta. Cuando llegó, vio como un extraño se llevaba su maleta y no era un error. Su maleta era imposible de confundir siendo tan vieja como era, un tanto rota y de color beige , obviamente inconfundible:
-Oiga señor disculpe, esa es mi maleta.- Dijo Neus tocandole el hombro al extraño.
Este al ver que le habian pillado decidió salir corriendo.
Neus al ver que no se habia confudido sino que le queria robar la maleta, decidio avisar a los guardias de seguridad para que le detuvieran, pero no hizo ninguna falta:
- Señor, señor, cuidado se va a caer.- Dijo Neus preocupado por el hombre.
El extraño miro hacia atrás sonriendo sabiendo que se iba a escapar y de pronto cayó de narices. Se habia tropezado con sus cordones lo que le produjo que se diera un buen golpe. Le costaba levantarse cuando de pronto, vio que el chavalín al que le habia robado le tendía la mano y le decía:
-Estas bien , puedes levantarte.
Este sorperndido aceptó la mano de ayuda y se levantó. En esto, un guardia se acerco a ellos y les dijo:
-¿A ocurrido algun problema?
El ladrón sabia que lo ibán a detener, pero desecho la idea de huir rápidamente, ya que estaba maguyado por la caída.
-Tranquilo señor agente, no a pasado nada de nada.- Dijo Neus rapidamente.
-De acurdo amigo.
El guardia volvio a patrullar bastante extrañado dado que no entendía la razón del escandalo que habian formado.
El ladrón aun más sorprendido le preguntó al joven:
-¿Porque razón no me has etragado a la polcia?
A lo que le contesto:
-¿Para qué? Si me has intentado robar supongo que es por que lo necesitas y lo último que te podría venir bien ahora es que te abrieran un expediente criminal, asi que tómatelo como una segunda oportunidad, ¿vale?- Dijo Neus con una sonrisa y suma alegría en su voz.
El ladrón, agredecido, devolvió la maleta:
-Aqui tienes, amigo y muchas gracias. ¿Cuál es tu nombre?
-Me llamo Neus, ¿y tu amigo?
-Armando, ese es mi nombre. Y gracias te debo una.
-Bueno Armando, no me debes nada. Me basta con saber que no volverás ha hacerlo, aunque si me quieres hacer un favor.
-Claro faltaria más. Dime que necesiatas.
-¿Me dices cómo salir de aquí? Me he perdido.
Armando un tanto extrañado pensó: ¿cómo es posible que alguien tan amable fuera tan despistado encontrara la salida?
Armando condujo a Neus a la salida, alli le explicó como llegar a su destino maracándole la ruta en el mapa para llegar a la residencia en la que se hospedaría.
-Adiós amigo Neus, te agradezco mucho lo que has hecho por mí.
-Hasta luego amigo Armando.- Dijo Neus subiendo al autobus con una sonrisa.
Neus bajo en la parada para hacer el cambio de ruta del bus para llegar a su destino pero no sabía por qué no encontraba la siguiente parada, así que decidió pedir ayuda a un lugareño.Vio a un señor mayor y decidió preguntarle:
-Disculpe caballero.- Habló muy cortésmente .
-Dime Joven que quieres.
- Solo si me podría decir por dónde se va a este lugar.- Dijo señalandole en el mapa
El hombre rió burlonamente y le dio la vuelta mapa .
-¡Anda! Ya decía yo que no me cuadraba.
-Perdone por las molestias.
-No te preocupes chaval me has alegrado la mañana.
En esto el hombre saco un cigarrillo y lo encendió, aún tosiendo por las risas.
-Parece que le gusta mucho reír ¿verdad?- Expresó afablemente
-Chico te voy a dar un consejo: la risa es la sal de la vida, así que ríe todo lo que puedas que a mi ya me queda poco.- Dijo entre carcajadas.
-Hombre no diga eso aun le queda mucha cuerda y tiene mucha razón la risa es el sonido de la felicidad.
-Aunque no sea de mi incumbencia , si defiende que la risa es la sal de la vida, si es lo que piensas y quiere disfrutar de las alegrías de la vida no debería fumar debido a lo que tiene en el pecho.
El señor se mosqueo y le respondió:
-Lo que yo haga no te incumbe, enano ignorante.- Pero le duro poco el enfado, ya que pensó "como demonios sabia de su enfermedad."
En esto Neus se levanto y dijo :
-Muchísimas gracias señor. Hasta luego.
Dijo sin ninguna molestia por las bruscas palabras del hombre, sabia de sobra que se cabrearía.
-Adiós chavalín insolente y de nada.
Neus se dio la vuelta sonriente como siempre y salió hacia la parada del bus nuevamente.
El hombre mosqueado con la insolencia del chaval , se quedo dubitativo, seguía pensado cómo supo el chaval de su enfermedad solo había tosido una vez, en esto dirijio la mirada hacia el suelo y se fijo que en la parte superior de el bolsillo de su chaqueta , se veia sobresalir la parte superior de su inhalador para emergencias y el hombre no pudo mas que decir para si mismo:
-Sera hijo de perra el enano este.
Rabiosamente tiro el cigarro al suelo y lo escacho.
- Me lo podria haber encotrado antes.
Este rió y se fue a su casa con un sentimiento entre cabreo y felizidad al mismo tiempo.
Otra vez en el bus, Neus estuvo constantemente pendiente para no saltarse ninguna parada ni equivocarse otra vez. Hasta que el bus le dejo al lado de la entrada de la uniaversidad.
Al llegar le esperaba una pequeña sorpresa.
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Siempre feliz
HumorEsta historía cuenta el transcurso de la vida en la universidad de un chavalin muy particular.