Depender de alguien

De regresó a casa.

Punto de vista Natasha:

Regresé al pueblo con el único objetivo de darles una mejor vida a mi madre, la Sra. Elena y a mi hija Ashley. Pero no pensé que apenas al llegar, mi mayor bendición iba a encontrar.

Ashley, hija mía...

Tantos años he tenido una lucha interna, sobre la reacción de Ashley, al verme por primera vez después de haberla dejado en brazos de mi madre, siempre creí que miles de insultos me haría, apenas al verme. Pero nunca imaginé que su mirada se volviera oscura, emanaba odio, su mandíbula tensa, tan solo mirarme.

Camino poco a poco hacia ella con mis mejillas que están húmedas por mi recientes lagrimas.

Es tan hermosa...

Acorto la distancia entre ambas y la estrecho en mis brazos, al principio demostraba frialdad, pero a medida que el abrazo seguía, se le siente el cuerpo relajado.

No puedo dejar de estar feliz, y llorar por ello, es tanta la alegría que mi corazón siente al tener en mis brazos, a la mayor bendición que en mi vida he tenido.

Ha crecido bastante, sus ojos azules iguales a los míos demuestran inocencia, sus rulos rubios delicadeza, y sin dejar a un lado su rostro, ha madurado bastante...

Apenas me separó de ella, y me quedó sin palabras, no encuentro la manera de entablar un conversación con ella, sin que piense mal de mi...

―Tú debes ser Natasha.

Incluso su voz es más linda, y tierna de lo que imaginé.

―Sí, hi...

―Nada de hija, mi nombre es Ashley, y mi madre se llama Elena.

―P-Pero yo...

Nunca he tartamudeado en mi vida, y se me hace raro hacerlo, después de lo que he escuchado por la que se suponé, es mi hija...

―A mi madre le agradará verla, hasta entonces, Sra. Natasha.

Y sin más preámbulos, la miró alejarse...

Recompensaré el tiempo perdido, por ti hija, lo prometo...