High School Ninjago | Ninjago AU| [EDITANDO]

~Prólogo~

El primer día de escuela... Al menos para mí.

Mi nombre es Lloyd Garmadon, tengo dieciséis años, estoy por cumplir próximamente los diecisiete, soy hijo de un exitoso empresario, y de la mejor arqueóloga de Ninjago, mi padre se llama Garmadon, y mi madre Misako, soy hijo único, así que recibo toda la atención que quiero o requiero, más aún porque estoy (según mamá) en la etapa en la que requiero más atención, por eso siempre tratan de ser los mejores padres, y a decir verdad, lo son.

Desperté por molesto sonido de la alarma, le di un golpe para apagarlo.

— Ya, ya, voy... — Le hablé al despertador, como si tuviese vida.

Me levanté de mala gana de la cama, frote mis ojos y luego miré a el calendario que estaba frente a la pared.

"¡Primer día de clases para ti Lloyd!"

Abrí los ojos enormemente, sonreí de oreja a oreja, era verdad, era mi primer día de escuela. Brinque de la cama y salí directo al baño de mi habitación, tome mi toalla y la coloqué en la tapa del baño, posteriormente me quite mis prendas y me metí a la ducha, de la emoción no me di cuenta que solo abrí el agua fría, me di cuenta cuando la fría agua tocó mi cuerpo, pegue un grito y rápidamente me puse en la esquina más alejada del agua, estire el brazo y puse el agua caliente para hacer ahora tibia el agua, no quiero enfermarme justo en mi primer día de clases.

Luego de una corta ducha salí y me vestí rápidamente, tomé mi mochila y mi celular con su cargador y audífonos, abrí la puerta y salí corriendo a la planta baja, ahí se encontraba mi padre desayunando, y mi madre poniendo el desayuno para mi.

— Buenos días Lloyd, aquí está tu desayuno. — Dijo mi madre mientras ponía una malteada de chocolate a un lado de los panqueques.

— Buenos días, mamá. — Respondí al saludo. — Gracias. — Agradecí mientras me sentaba y me disponía a desayunar, no sin antes recibir un beso en la mejilla por parte de mi madre.

— ¿Dormiste bien? — Preguntó.

— Sí, dormí bien ¿Tú? — Pregunté.

— También. — Revolvió mi rubia cabellera, luego de eso se fue a sentar al lado de mi padre, él estaba tomando café mientras checaba algo en la tablet que usaba para su trabajo.

— Buenos días hijo. — Me miró a la vez sonreía ligeramente.

— Buenos días papá... Oigan... ¿Quién va a llevarme a la Preparatoria? — Pregunté, ya que creo que mi padre se iría temprano hoy.

— Yo te llevaré cariño. — Habló mi madre, yo simplemente sonreí.

— Bien. — Dije.

• • •

— Adiós má. — Me despedí de mi madre, ella simplemente se despidió lanzándome un beso y se fue alejando en el auto.