Perrie estaba sentada en la misma banca de antes, esperando que alguien apareciera, esperando salvae a alguien.Eran las nueve de la noche, ya era tarde, debia volver a casa.
Se levantó dispuesta a irse, pero una voz, esa voz, la sobresaltó.
"¿Ya te ibas?"
Y era increible la forma en que el cuerpo de Perrie reaccionaba a su voz, la intimidaba.
"Veo que te comieron la lengua los gatos, cariño"
Pronunció, y sin impedirlo, dejo que la teñida viera su sonrisa una vez mas.
Una vez más.
Era tan linda, tan perfecta.
"¿Me tienes miedo?"
De esta forma, Perrie lo miró a los ojos y dejó escapar cuatro palabras Él.
"No me asustas, idiota"
Capítulo editado.