Zayn llegó cinco minutos antes a su encuentro con Perrie, un ramo de flores en su mano.— ¡Zayn!— Gritó Perrie tirándose encima de este, había pasado el fin de semana, y habían acordado darse esos días libres.
— Perrie— Susurró Zayn enternecido. Y un silencio incómodo se presentó.
Perrie miraba las flores, como si se las quisiese comer, y era en serio.
— ¿Son para tu novia? — Perrie preguntó con duda, estaba nerviosa.
— Aún no es mi novia— Zayn miró a Perrie a los ojos, y sonrió al ver a la teñida sonreír con alegría.
— ¿Zayn?— Preguntó Perrie— ¿Son para mí?