Triste Realidad

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No existe en el mundo otro dolor más pulsante que el dolor crujiente y letal que emite mi alma en su triste infelicidad. Tristes como las hojas desprendidas de los árboles, en el triste sendero de mi soledad.

¿Cómo evitar no llorar por dentro, si sientes que respiras con pura dificultad?

Aun mi alma adolorida y sin sentido, se consuela en lo que ante mis ojos suele ser insoluble. Ya no siento el frio. Ya no siento nada. Sólo el tormento que me arropa cuando el silencio se empeña en acompañarme a todos lados.

La oscuridad oculta bajo mi piel me susurra al oído cosas que mi conciencia no me permite aceptar. Mi realidad es cruda, pero esta sed de felicidad lo es aún más.

¿A caso si sonrío crees que soy feliz?

Las apariencias engañan, y los momentos suelen agotarse.

Sintiendo el SentimientoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora