Capitulo 3

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Capítulo 3

-¿es que aún no te has dado cuenta?-dijo en tono burlón.

-de qué estás hablando-susurre confundida y aterrada, y es que ya casi no me quedaba espacio, me tenía acorralada.

-pero que tonta-dijo soltando una risa que medió escalofríos mientras una sombra envolvía por completo su rostro para luego dejar ver esa sonrisa psicópata en una cara completamente diferente llena de magulladuras y cicatrices.

-que...?-dije totalmente aterrada soltando el aire contenido.

Había cambiado totalmente. Si antes tenía el cabello castaño ahora lo tenía de un negro ceniza, si antes tenía la cara de un dios griego ahora parecía sacada de una película de terror y no precisamente la del protagonista. La tenía toda golpeada, con una cicatriz que le cubría la mitad del rostro, era horrible por no decir deforme y sus ojos que al principio eran bellos habían cambiado a unos negros profundos con sed de sangre.

Pero antes, de que si quiera pudiera procesar lo que había pasado, me agarró del cuello y me estrelló contra la pared.

-Ahg! Pe..pero...q..que..ha..ces?- dije tratando de tomar aire.

-qué crees que estoy haciendo...-dijo cada vez apretándome más del cuello haciéndome casi imposible respirar.

Cuando estaba empezando a ver borroso me tiró de manera tan brusca y repentina que apenas y me dio tiempo de poner las manos para no estrellarme contra el piso.

-tsk! Lástima que solo me hayan pedido capturarte, me hubiera gustado hacer el trabajo sucio...aunque conociéndolos creo que de todas formas lo harán, así que... ¿porque no? Si de todas formas vas a morir...-abrí los ojos espantada por lo que acababa de decir... ¿Qué yo iba a...que? - y tal vez...si lo hago ahora, me paguen más.

No...iba a morir...esto no está pasando...

Me jaló del brazo para que me parara y quedara a su altura.

-pero antes de matarte creo que me divertiré un poco haciéndote sufrir-dijo riéndose de manera macabra.

No. Yo no iba a morir. Por lo menos no sin saber la razón.

-¡Por qué! Dime quien te envió a capturarme.-dije tratando de zafarme de su agarre

-mmm...déjame pensarlo...-dijo mientras se rascaba la barbilla, como si lo estuviera considerando- ¡no! jajajajaja

-¡y entonces porque no lo hiciste en la entrada del bosque... porque me pediste que corriera cuando apareció esa cosa!

-Ja! No puedo creer que te lo hayas creído, de verdad que eres ilusa...-dijo con una sonrisa de burla en su rostro-...lo que viste fue una sombra, producto de un hechizo de lo más básico.

-¿he...hechizo?-dije confundida

-no te hagas la tonta o más de lo que ya eres... - lo miro con una mezcla entre indignación y extrañeza. - ...aunque en realidad haber usado la cara del guardián ese fue una magnífica idea, es que su cara inspira tanta confianza - lo último lo dijo con tanto sarcasmo como desprecio.

-¿qué...? - cada vez entendía menos - ¿un gu...guardián?... ¿qué guardián?

-no puedo creer que tampoco sepas quien es...jajajaja...esto va hacer tan divertido - dijo jactándose de mi aparente ignorancia.

Yo...como decirlo...estaba en un estado de incertidumbre...no tenía ni la más remota idea de lo que estaba pasando, estaba prácticamente en un limbo del cual aparentemente no podía salir.

Y él...simplemente se estaba burlando, burlándose de la situación, burlándose de mi ingenuidad, burlándose...de mí.

Quise preguntarle de nuevo a que guardián se refería, que quería decir con eso de un hechizo e incluso pensé en preguntarle quienes eran los que lo habían enviado; pero eso en realidad no importaba ahora, lo que realmente tenía que pensar era como escapar de ahí con vida y tal vez de paso aclarar por lo menos una de mis dudas. Pero como la haría...eso era lo que tenía que averiguar.

-¡Hey! Niña no sé qué tanto piensas pero si crees que esto ha acabado te equivocas - dijo y esta vez de sus manos empezó a salir un humo negro pero no como el que vi antes en su rostro...no, este era distinto era como una sombra que dejaba rastro por donde pasara.

Vi con temor como esas sombras recorrían el pequeño trayecto hasta llegar a mí y me envolvían hasta dejarme dentro de una nube negra llena de desesperación, esa nube se extendió hasta por encima de mi cabeza tapando todo rastro de la poca luz que quedaba.

-¡No! ¡Espera! ¡¿Qué esto?! ¿¡Qué haces?!- estaba desesperándome escuchaba su risa ya muy lejana, no sabía si aún seguía en el departamento, todo era oscuridad a donde volteara - ¿dónde estoy...?- Exclamé con temor

De repente sentí un ardor horrible en la espalda baja, como si me hubieran azotado con un látigo el cual lo habían puesto en carbón caliente- ¡AHHH!-otro en la pierna izquierda-¡ARGGHH! – en la derecha y en los brazos también, y así por todo mi cuerpo, esta tortura no parecía terminar... lo peor era que no parecía hacerme nada, cuando en realidad me estaba ardiendo como el mismo infierno- ¡AAAAHHHH!- ya no sabía si lo que había en mi rostro eran lágrimas de dolor o de desesperación por no saber cómo pararlo...un golpe más en ambas piernas y ya no lo soporte. - ¡DETENTE! –grite con todas mis fuerzas...y al parecer dio resultado porque no volví a sentir los azotes, es mas ya no oía siquiera la risa psicópata, que aunque lejana estaba presente, y tampoco sentía ese ardor en todo mi cuerpo, como si en realidad no hubiera pasado aunque el recuerdo del dolor seguía ahí, e incluso la nube que me rodeaba se estaba empezando a dispersar -....no lo entiendo... será que yo... - pero antes que pudiera decir la cosa más estúpida que se me ocurriera en la vida, pude visualizar a un hombre que sujetaba fuertemente al que estuvo a punto de matarme, y yo solo pude quedarme ahí viendo a mi supuesto salvador.


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