Capítulo 3

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La mañana siguiente...

~Kakashi~

Despierto acostado en el sillón de mi departamento. Unos instantes después llega a mi mente el recuerdo de la  noche anterior. No había ni rastro de Obito en la habitación.

Miro a la ventana. La oscuridad de la noche comienza a ser aplacada por los primeros rayos de sol de la mañana.

En cierta manera me reconforta que no recuerde sobre nosotros. Ahora él es un criminal rango S, no debería ni siquiera permitido que se acercara, y menos debería haberlo dejado entrar en mi casa.

Sin lugar a dudas tengo que descifrar que pretende. Esta es una buena oportunidad para enviarlo a las autoridades. Debo hacerlo...

Me tomo la cabeza con ambas manos sintiendome estúpido, realmente lo amo.  No puedo entregarlo. Mi lado racional y emocional pelean dejando un caos en mi mente. Recuerdo sus ojos mirandome intenzamente y mis mejillas arden. Me siento muy débil,  débil ante el enemigo.

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Me desmorono en el sillón y extiendo mi mano para llegar a uno de mis libros que está en el piso.

Aún no me explico como puede haberse salvado luego del incidente de la piedra...digo, está vivo y además tiene dos piernas, dos brazos y ambos lados de la cara.  Quizás, no recordar nada de lo que pasó sea lo mejor para Obito.

El sol muestra sus últimos rayos. Ya no es la esfera en sí lo que se ve, sino sólo queda el rastro de luz que va sucumbiendo ante la oscuridad de la noche.

Una vez el último rastro del día queda atrás, oigo golpes en la puerta. Esta no está con seguro, así q basta gira e la perilla para ceder el acceso a quien sea que fuese.

-Pase.-exclamo poniéndome de pie para recibir a mi visitante.

En ese momento oigo un griterío, proveniente de una persona de lo más conocida para mí.

Abro la puerta y veo a Naruto amenazando a Obito.

-Tú, cara de espiral, aléjate de Kakashi-sensei;¿me oiste?

El agredido simplemente miraba el horizonte, sin tomar en cuenta a Naruto.

-Naruto, ¿Qué haces aquí?

El aludido y también el Uchiha de voltear para mirarme.

-Vine a protegerlo de este malvado,-tebbayo...-el rubio hace un gesto militar.

-Niño, no podrías proteger a Kakashi ni de una hormiga.-se burla Obito.

-Claro que podría protegerlo de una hormiga como tú-tebbayo

Retroceso un paso y cierro la puerta en sus narices. Luego, le pongo el seguro para que no vuelvan a molestarme.

-¡Kakashi-seeeeenseii!

-¡Kakashi abre la puertua!

Los ignoré y volví a mi asiento en el sillón. Miraba la puerta fijamente, feliz de que ella me separase de los dos.

-¡Kamuii!-exclama obito para después comenzar a atravesar la puerta y quedar al otro lado.-Kakashi, ¿por qué hiciste eso?

No me impresiono por su jutsu, pero si me frustra que las paredes no puedan detenerlo.Se quita su máscara y su capa de akatsuki. Toma asiento en el suelo junto al sillón e inclina el cuello hacia arriba para mirarme a la cara.

-Ahora que estás despierto...¿Puedes responderme?

Demonios. Va a preguntarme por lo de anoche.

-No sé de que hablas-afirmo inexpresivo.

-No me mientas-dice serio mirándome fijamente a los ojos. Desvío la mirada.

-Nada-susurré tajantemente.-Nada importante pasó...

-¿Qué es?-insistió él acercándose más.

Sentí el nerviosismo recorrerme al sentirlo acercarse. Su mirada interrogante bagaba de uno de mis ojos al otro, en busca de una pista que no lograría conseguir.

Suspiró resignado y se acostó en el piso. Se revolcó un par de veces hasta acostarse boca arriba y mirar al techo.

-Si te hago una pregunta...¿me responderás sinceramente?-Preguntó Obito ahora cambiando su postura nuevamente para recostarse sobre su costado sobre el suelo de madera.

-No lo sé, todo depende de qué sea lo que preguntes...-digo desconfiado.

Parte de mí aún no descarta que esto es solo un sueño del que despertaré en cualquier minuto. Ese lado, el racional, aún no logra comprender cuales serían sus razones para volver, después de tanto tiempo, .

El lado contrario, el emocional, me pide a gritos que me lance sobre Obito, y que lo abrace tan fuerte que me ayude a olvidar los años de su ausencia.

Pero ninguno de ambos me sirve. El primero se equivoca, pues estoy seguro de que no se trata de un sueño y el segundo está siendo demasiado ingenuo. No voy a olvidar tan fácilmente que él no estuvo aquí cuando lo necesitaba, cuando me quedé sólo, y que volvió después de catorce años.

-No puedo permitirme confiar  en tí, Obito-afirmé cortante.- No tengo idea de con qué fin hayas vuelto, pero te voy a aclarar que no volveré a confiar de inmediato sólo por que se te ocurra venir a dar una vuelta por aquí...

Obito bajó la mirada, sonriendo. Levantó la mirada y sus ojos reflejaban un brillo que antes no estaba.

-¿Por qué sonríes idiota?-pregunto con seriedad.

-Porque eres tan tierno como te recordaba-suelta una risita.

Siento un agradable calor en la zona de pecho. Mi corazón comienza a latir más rápido y mis mejillas se calientan. Desvío mi mirada hacia el reloj que da las 9:54.

Me levanto del sillón y me dirijo a mi habitación. Obito imita la acción y me sigue de cerca.

-¿Donde vas?-me tomó el brazo y lo encaré librándome de su agarre.

-Me voy a dormir, tuve un largo día.-sigo caminando.

-Es verdad, yo también...

-¿Te vas por fin, Obito?

-No, me quedaré aquí.

-¿Q-Qué...?

Dicho eso crusa la puerta a mi habitación y se arroja en mi cama.

-Sal de ahí, ahora-apliqué mi mirada más amenazadora, pero Obito ni se inmutó.-Lo digo enserio, sal

-No lo haré, pero no te preocupes, hay suficiente espacio para ambos...

Apenas dijo eso tomé una almohada y apagué lla luz.

-¿Kakashi?

Tiré la almohada al suelo y luego me recoste en él apoyando mi cabeza sobre la superficie blanda.

-Buenas noches-dije frío antes de cerrar los ojos.

-Buenas noches-soltó una risa breve.

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-Kakashi-sensei se ve terrible, ¿durmió mal?- pregunta la pequeña Sakura.

-No te preocupes, estoy bien...-respondí dirigiendo mi mirada a Naruto, quien le gritaba algunas cosas a Sasuke, quien lo ignoraba lo mejor que podía.

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Tercero!
Perdón por la demoraaaaa!
Gracias por leer^-^

La noche es para los amantes//obikaka//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora