Capítulo 1

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Capítulo 1

Reino del fuego - Pendragon

Lilith estaba parada frente a la doble puerta que la separaba del resto de los invitados a su fiesta de cumpleaños. Respiró hondo y luego ella les hizo señas a los guardias para que las abrieran. Al hacerlo, los invitados se giraron al mismo tiempo y observaron ingresar al salón principal del castillo de Pendragon a su princesa y en un futuro, heredera al trono.

Los nobles estallaron en aplausos y felicitaciones. Lilith solo quería terminar con eso. Odiaba las fiestas y en especial las presentaciones en donde ella era el centro de atención. Su madre, la reina Loreley, siempre le recriminaba su falta de entusiasmo con los modales, "muy pronto tú gobernarás y deberás ser una reina diplomática que sepa lo que se debe hacer", ese era su lema favorito, el que le vivía repitiendo cada día. Y que seguirá haciendo hasta que ella sea la reina. Envidiaba a su hermano menor Lorenth por no ser el mayor. Suspiró. Si tan solo pudiera sacarse el vestido verde que su madre le había obligado a vestir. Odiaba los tacones, que hacían juego con el vestido. Pero Lilith no estaba resignada. Lo único bueno de ser reina iba a ser que ella iba a mandar sobre todo el reino de fuego y el poder, eso sí que le gustaba. Mandar era lo suyo. Así que no estaba segura de envidiar tanto a Lorenth. Sonrió.

Ella se acercó a la mesa principal, donde su familia estaba sentada y había solo un lugar libre, el que le correspondía a ella. Al sentarse, los demás invitados hicieron lo mismo, sólo su padre el Rey Christoph Pendragon, señor del fuego y monarca absoluto del reino quedó de pie. Tomó su copa dorada y dijo:

-Mis más fieles amigos. Estamos aquí para celebrar el aniversario número veinte del nacimiento de nuestra princesa y heredera al trono del fuego: Lilith Pendragon. Es un orgullo como hija y como princesa. Querida por todos, seguramente cuando llegue su hora de gobernar este reino lo hará con justicia, honor y sabiduría, al igual que sus predecesores. Sin más nada que decir, le cedo la palabra.

Lilith se puso de pie. Sonrió a su padre y tomó su propia copa plateada, como la de su madre.

-Les agradezco el haber venido, mis Lords y Ladys de Pendragon. Es un honor para mí, como su princesa y heredera, aceptar con mucho agrado sus felicitaciones. Siento en mí corazón, que el día que gobierne este maravilloso y poderoso reino lo haré como mi padre, y mis antecesores antes que él. Que nuestro Dios me ayude cuando llegue ese día. - Todos comenzaron a aplaudir y ella bebió de su copa. Volvió a tomar asiento junto con su padre. La reina asintió dando su aprobación al discurso dado. Lilith asintió en respuesta. Sabía que su madre nunca estaría satisfecha con ella. Lilith comenzó a sentirse mareada. Empezaba a ver borroso. Llamó la atención de su padre tirándole la manga de su traje borgoña.

-¿Qué sucede, Lili? –Preguntó el rey. Su madre, sentada al lado de su padre la miró.

-Padre... no me encuentro bien.

El rey se levantó de su asiento y cargó a la princesa en brazos. Los guardias abrieron rápidamente las puertas y el rey pasó delante de ellos con una mueca de preocupación.

La reina permaneció sentada en su lugar, junto a Lorenth, que estaba preocupado por su hermana mayor.

Al llegar a los aposentos de la princesa, Elysia la criada de Lilith, le abrió la puerta rápidamente y le indicó al Rey donde apoyarla. Lilith estaba muy pálida y temblaba.

-Llamen al médico real- ordenó Christoph con su gruesa voz. Elysia desapareció corriendo detrás de las puertas.

-¿Padre?- le llamó Lilith.

-¿Estás bien?

Lilith fruncía los ojos. No podía enfocar la vista. Estaba muy mareada. Sentía náuseas.

El Reino del Fuego 1 - Guerra de ElementosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora