Prólogo

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El mundo cambió el día en que la luz se apiadó de un trozo de oscuridad.

Muchos intentaron detener a la luz, evitar que la oscuridad creciera. Creían que la luz sola era capaz de reinar y conquistar lo que ella deseara. La oscuridad para ellos solo era un obstáculo.

Pero no contaron con un pequeño detalle: la oscuridad tenía a la luz de protectora y esta no dejaría que nadie la dañara ni destruyera.

Sí, tal vez solo eran un trozo de luz efímero y una oscuridad creciente. Tal vez el único cambio que lograrían juntas sería hacer ver al mundo que la oscuridad y la luz pueden vivir en armonía. Que son capaces de coexistir sin dañarse la una a la otra.

Pero eso ya no importaba. Si la luz era capaz de sacrificarse por la oscuridad...

Entonces las criaturas peligrosas podrían salir de su escondite y abrazar la libertad.

Criaturas peligrosasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora