Si tú.

Una tarde calurosa

Apenas eran las 11 y cuando entramos en la cabaña abandonada, con nerviosismo y risas, empezamos mirándonos y sonriendo hasta que el momento surgiera, las cosas se pusieron candentes, empezando por besos en los labios, hasta caricias que mostraban erotismo y lujuria, una mezcla de sensaciones y sentimientos fuertes, mezclados con el olor de un perfume de fragancia exquisita, era como si algo se apoderara de nosotros y bloqueara los sentidos, hasta que sin darnos cuenta, acabamos sin ropa, yo con rasguños en la espalda, ella con chupetones y el pelo desalineado, una tarde, por más que uno lo piense, perfecta.

Después de esa tarde, con los labios hinchados por las diversas mordidas que se presentaron en la ocasión, le dije

-En realidad te mentí. Dije con voz nerviosa

-/ ¿Qué?

-Es mi primera vez

-¡Maldito!, ahora me siento culpable, acabo de hacerte perder tu inocencia y tú me mentiste. Gritaba mientras reía y se tapaba la cara con las manos.

-Bueno, no tan inocente, yo empecé con los mensajes

-/De hecho iba a ser un regalo por tu cumpleaños, pero eres un maldito y provocas sensaciones estúpidas en mí. (Ante ese comentario había olvidado por completo que ella ya me había dicho que no era virgen...),

-bueno, ahora esto es más serio, solo me falta conocer a tu padre y todo lo demás será genial.

-/No, mi papá te va a matar, a él no le gusta que me junte con chicos, ni que tenga novio, no creo que sea el momento indicado para presentártelo

-Oye, es el momento más indicado, venga, todo saldrá bien.

El resto de la tarde me la pase pensando en lo que había sucedido, en aquel momento, en ese olor tan hipnotizante y si saldría algo más fuera de eso, si alguna consecuencia pudiera surgir de manera inesperada, pero sobre todo, en el mejor rato que pude haber tenido alguna vez en mi vida, con risas, platicas y un momento tan importante y candente...

Un casual 23 de marzo...