II

251 26 16
                                    



Apenas conocí al tal Axl Rose me pareció sumamente atractivo pues eso era algo innegable, sus facciones eran técnicamente perfectas y era una de esas personas que al entrar a una habitación logran atraer la atención de todos; tanto hombres como mujeres. Las mujeres querían estar con él y los hombres querían ser el, lo veían y lo trataban como una especie de dios y claro... El se comportaba como si fuera uno.

Su ego era grande pero el mío también así que no me importó tanto en ese momento y lo vi como un defecto secundario.

Capturé la atención del pelirrojo de una manera sorprendentemente rápida. Llegué al restaurante con Liv y el no paraba de analizarme. Me veía de arriba a abajo a cualquier mujer le hubieran temblado las rodillas pero para mí fue lo de menos. Actúe normal y no puse cara de interesada. Conozco el juego, vivo en ese círculo. No les demuestres interés ni por un segundo, apenas lo haces ya perdiste.

El se presentó, besó mi mano, me sonrió con malicia y el juego comenzó.
Fuimos de fiesta en fiesta por un par de semanas, me llevaba a los mejores restaurantes del área, era invitada especial en sus conciertos, me compraba regalos sumamente costosos y cogíamos pero no era nada serio. Por lo menos en mis ojos no lo fue; solo pasábamos el tiempo.

Al pasar los días el mostró mucho más interés en mi. Noté que ya no miraba a otras mujeres cuando yo estaba cerca; se convirtieron en algo secundario Axl Rose solo tenía ojos para mí y que se ponía particularmente celoso cuando algún sujeto trataba de verme de forma inapropiada o cualquier mínimo detalle. Me comenzó a ver cómo si le perteneciera de alguna forma. Estos pequeños aspectos que te indican de cierta forma como son los hombres al estar en una relación son cruciales y yo decidí ignorarlos. Oh, pero que ingenua fui. Finalmente Axl soltó la pregunta y decidimos hacerlo algo oficial. Pues la idea de salir con uno de los músicos más codiciados me fascinaba.

Después de cuatro semanas de solo ser amigos nos convertimos en novios. Aún no había llegado a conocerlo en su totalidad pues honestamente nunca había pasado un día entero con él y solo había estado a su lado en sus buenos momentos. Nunca tomé en consideración que tan mala se podría poner la situación. Ahora por experiencia propia sé por qué nos dicen que procuremos no salir con músicos.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Oct 23, 2016 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Beast of BurdenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora