Después de verano

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*FLAIX BAC* (NA: Este es el momento donde se acaba la primera parte)

Me senté  en la tumbona del jardín de casa de mi tío de Barcelona.

Después de 8 años, mi padre se había dignado a decirme toda la verdad sobre mi madre.

Le habían diagnosticado cáncer cuando yo apenas tenía seis años, por lo que no me acordaba. En principio solo fue un susto que no se pudiese mantener controlado con un par de visitas al médico y unos medicamentos, pero la cosa fue a peor y ella se tuvo que ir a un hospital especializado en cáncer avanzado, como era el caso de mi madre, en Estados Unidos. Al principio mi madre decidió ocultárnoslo y decir que era un viaje de negocios por eso mi padre la acompañó durante unas semanas.

Pero luego, papá volvió para cuidar de nosotros y unos días después llamaron a mi padre del hospital, mi madre había desaparecido sin dejar ningún tipo de rastro. Mi padre volvió hacia EEUU para saber que había ocurrido mientras mi tío cuidaba de mi hermano y de mí.

Mi madre desapareció y nunca la volvieron a encontrar.

Suena como una película ficticia o algo así, pero es verdad.

A los cinco años de que mi madre desapareciese, mi padre recibió una nota diciendo que tendría que disimular frente a todo con una nueva novia. De allí Sophie.

Cuando supe todo eso decidí hablar con las chicas y tomarme un tiempo a solas, necesitaba alejarme de todos. Envié diferentes solicitudes a Universidades de Estados Unidos, Australia y en una de Alemania. La primera que me aceptó fue una de Estados Unidos, así que cogí y me fui para allí.

No hablé con One Direction, no hablé con mi padre, no hablé con nadie excepto mis amigas, George y Nat.

No me podía alejar de ellos por más que quisiera, lo eran todo para mí. Nat estaba con mi padre, pero hablaba con ella por teléfono y Skype. Mi hermano vivía cerca de la Universidad donde iba por lo que también lo veía junto con su novia, Brandi.

“Salto en el tiempo dentro del Flash Back”

Me acomodaba la ropa del instituto Lansing. En la ciudad Lansing, Michigan, Estados Unidos. Llamé a Beka para ver si estaba lista.

- Hey, niña ¿Dónde estás? –pregunté.

- Hey, niña –dijo irónicamente- en el portal, espabila –dijo ella colgando. Bufé y encendí el coche para pasarla a buscar.

Beka se había vuelto una gran amiga en los tres meses que llevaba de universidad, ella era canaria. Morena, castaña, ojos marrones, alta aunque no tanto como yo, con gafas nerd. Las dos siempre hablábamos en español ya que así nadie nos entendía a parte que su inglés no era excelente, solo lo suficiente como para entendernos.

- ¡Venga culito gordo! –le chillé desde el coche, ella me miro con el ceño fruncido y entró en el coche tirando la mochila en los asientos traseros bruscamente.

Beka no era la típica organizada, ordenada, delicada, cuidadosa; sino más bien todo lo contrario.

- ¿Qué tal rizos? –preguntó ella, reí ya que seguí teniendo mis preciados rizos que no me los quitaba ni dios.

- Bien ¿Y tú morenita?

- Genial, ¿A qué luego me dejarás los deberes de inglés?

- Claro ¿A qué me compraras una cesta de fresas? –pregunté levantando una ceja.

- Oh, vale cuando suspenda y mis padres no me dejen ir a tu casa a dormir y tengas que estar sola, triste y no tengas a nadie para soltarte de la lengua ya me contarás –dijo dramáticamente.

- Dramática, siempre puedo hablarle al perro de la vecina –dije rodando los ojos.

Hablando de perros, Bender estaba en casa de mi hermano, cada semana lo iba a ver y estaba estupendo lo único que en mi pequeño apartamento no podía estar por diferentes motivos:

1.    El piso es muy pequeño.

2.    Estaría solo todo el día.

3.    No permiten mascotas en la comunidad.

Lo echaba de menos, pero no podía hacer otra cosa, era lo mejor para él y para mí.

- Mueve tu mugriento trasero fuera de mi coche –dije una vez llegado en la Universidad.

Beka estaba estudiando psicología y yo derecho por lo que casi no nos veíamos.

Las clases se me hicieron eternas por culpa de los profesores y su manía de tener que hablar lento y flojo para que todos nos durmiéramos.

Esa misma tarde hablé con las chicas por Skype, las echaba muchísimo de menos. Me pusieron al día de todo lo que ocurría por allí.

Madison y Emily estudiaban diferentes carreras pero dentro de la misma universidad.

Emily estaba saliendo con Niall, sí ellos llevaban hablando muchísimo tiempo y al final el Furby se había decidido a ser más que amigas.

Odiaba a Emily por eso ya que yo estaba en el otro lado del mundo comiéndome los mocos y echando de menos a mi ricitos. Pero llamé a Harry y decidí cortar con lo que fuera que tuviésemos nosotros, semanas después anunciaron que darían una gira durante el año que viene.

Madison, sin embargo seguía hablando por Whats App con el chico misterioso. Un día le conseguí coger el móvil pero la chica era demasiado lista y le había puesto de nombre al contacto “Chico Misterioso”. 

I will never forget you [Loving My Life With You 2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora