Cine

28 2 0
                                    

Habíamos quedado para ir al cine y tú aún no estabas lista, para variar. Subimos al coche y fuimos dirección al centro comercial con la esperanza de que la sesión no hubiese empezado. Aparqué y subimos rápidamente para comprobar que la película llevaba ya 10 minutos empezada. Eras única.

Aún teníamos una hora y media por delante hasta la siguiente sesión. Yo me mostraba un poco enfadado, y con razón, así que me senté con los brazos cruzados en un banco mientras tu ibas al baño. "Bip Bip" un mensaje. "Te estoy esperando en los lavabos, es urgente.". Pero ¿qué cojones podía estar pasando ahora? Me levanté con pereza y me dirigí hacia los lavabos mas cercanos, donde supuestamente estarías. Estuve unos minutos en la puerta y al ver que no salías, me asomé un poco para ver si había alguien. "¿Hola?" dije asomándome un poco. "Pasa, estoy aquí" respondiste, así que entré. Miré en cada rincón y no te veía, hasta que vi unos piececillos por debajo de una puerta. De repente abriste y me metiste dentro. "Creo que por haber llegado tarde por mi culpa, debo ser yo la que elija que hacer en este tiempo que nos queda."

Me besaste sin darme tiempo a decir nada. No me importó. Bajaste veloz tu mano a mis pantalones, los desabrochaste y me los bajaste. Te sentaste en el váter y te la introdujiste en la boca. Jugabas con tu lengua recorriéndolo de arriba abajo. Metiéndolo y sacándolo de tu boca. Chupando y besando. Más erecto no podía estar. Te levanté y te subí el vestido. Apoyaste tus manos en la cisterna y te abriste de piernas. Lentamente fui subiendo mi mano desde tu rodilla hasta llegar a tu tanga para apartarlo a un lado. La metí con fuerza. Sabía que te gustaba duro. Reprimiste un gemido. Te giraste para observarme mientras yo me movía rápido y cada vez más fuerte.

Alguien entró y se escuchó el ruido del agua del grifo. "Ni se te ocurra parar" susurraste mientras sonreías. Te ponía el riesgo. Comencé a ir lento, pero duro, obligándote a reprimir gemidos, o más bien a intentarlo. Algún ruidito salía de tu boca y daba la sensación de que en cualquier momento nos oirían, pero eso te gustaba más todavía. Unos pasos se dirigían hacia la puerta, salieron, y esta se cerró tras ellos. Solos de nuevo. Nuevamente volví a subir el ritmo y ahora no podías retener tus ruidos. Te temblaban las piernas. Por primera vez desde que estábamos juntos lo hiciste, con un gran ruido, con fuerza. Te corriste. Yo lo hice justo después. Al poco rato salíamos del lavabo ante la mirada de dos chicas que se disponían a entrar. No pude evitar reírme.

Miré mi reloj, faltaba poco mas de media hora para la película, podíamos comprar palomitas y las entradas con tiempo. Nos pusimos a la cola y esperamos. "En el cine me toca a mi" te dije riendo mientras contemplé tu cara de sorpresa, pero a la vez, de placer.

Tu Lado Más SalvajeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora