Capítulo 14

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POV EVIE

Cuando escuche la voz de Sebas entre en pánico, voltee a ver a Eli y vi que estaba igual. Ninguna de las dos sabíamos que decirle, y Evan tampoco reaccionaba. No podíamos decir nada de lo que Evan nos dijo, y si él todavía no quiere decirle a Sebas debía de ser por alguna razón. Sebas todavía esperaba una respuesta mientras dejaba todo lo que le habíamos en la mesa en donde estaban trabajando en los problemas de algebra.  

-Si te dijeramos lo que no podemos decirte dejaría de ser una sorpresa, y a quien no le gusta una sorpresa, no Evie?- por eso la amaba, mi amiga, siempre al rescate.
-Tienes toda la razón Eli, de que sirve planear algo sorpresa si nos obligan a arruinar la sorpresa, eso no se hace.
-Bueno esta bien, no los obligare a decir nada, pero Evan sabes que las sorpresas no son mi fascinación.
-Si, si, ya lo se....Hmm....ahora que recuerdo se me olvidó algo en el colegio, los veo luego- Evan en menos de dos segundos ya estaba fuera de la casa, parece que no se quería enfrentar a un (por lo visto) muy desesperado Sebas.
-Chicas lo digo en serio, no me gustan las sorpresas muy extravagantes, así que no hagan nada raro, y por favor no le sigan la corriente a mi hermano.

Unos minutos después de que Evan se fuera me llego un mensaje de él <<Oye, se me olvidó decirles, el cumpleaños de Sebas es pronto, así que hagan una "fiesta" sorpresa para él>> le enseñe el mensaje a Eli muy discretamente para que Sebas no se diera cuenta, ella asintió y me susurro que después planeabamos la fiesta. Después ya no dijimos nada más, e hicimos un maratón de películas, obviamente la mayoría románticas, y una que otra de acción por petición de Sebas.

POV EVAN

En teoría no mentí cuando dije que se me había olvidado algo en el instituto, mi chaqueta la deje en el locker del gimnasio.
Del edificio en donde vivo al instituto no hay gran distancia, pero de la casa de Eli al instituto, si había más distancia de la que me gustaría caminar en estos momentos.
Unos minutos después de salí de la casa de Eli, le mande un mensaje a Evie sobre la fiesta de mi hermano. Saque mis audífonos y puse música para hacer más ameno mi recorrido rumbo a la escuela.
Una vez llegando fui directamente al vestidor del gimnasio para sacar mi chaqueta. Llegué a mi locker puse la clave del candado, y la saque, era una chamarra negra de cuero con varios logos de bandas en ella, me gustaba mucho, además fue un regalo de mi hermano hace unos años.
Una vez salí del gimnasio camine rumbo al estacionamiento para ya irme a la casa y dormir un buen rato.
Claro que nunca conté con ver algo que me rompió lo poco que quedaba completo de mi corazón. Josh estaba besándose con Kimberly, tal vez este exagerando pero al ver esa escena pude escuchar clara mente como se rompía mi corazón.
Decidí pasar como si no hubiera visto nada, pase de largo y caminando más rápido de lo que me hubiera gustado. Una vez afuera del estacionamiento escuche unos pasos atrás de mi, y seguido mi nombre. Rápidamente reconocí la voz y camine más rápido.

-Evan, por favor para!!
-Evan!! Deja de correr!! Por dios para!!!
-No quiero, no te me acerques- de pronto sentí como alguien me jalaban del brazo, y me puso contra la pared de una casa.
-Como...como es que co-corres tan rápido- Josh hablaba entre jadeo por lo cansado que estaba.
-Para jugar fútbol ,tienes mala condición.
-No tengo mala condición, tu eres muy veloz es diferente.
-De igual forma sueltame, tengo que llegar a casa- le dije mientras intentaba safarme de su agarre, pero como buen jugador tiene demasiada fuerza.
-No! No te voy a soltar, primero me vas a dejar explicarte.- Josh se veía bastante desesperado, como si fuera de vida o muerte que me explicará lo que pasó.
-Te dije que lo que tu y esa rubia hagan me tiene sin cuidado, así que ahora sueltame- le dije mientras le daba un pisotón, y salía corriendo.

Corrí como si la vida me fuera en ello. Una vez llegando al edificio, subí por las escaleras para por fin llegar a mi casa. Una vez dentro, mi madre me pregunto algo que no escuche, seguí caminando rumbo a mi cuarto, una vez dentro cerré con seguro la puerta, puse música al máximo y me acosté. Mientras me empezaba a quedar dormido, me di cuenta como sentía que mi mundo se iba derrumbado poco a poco. Ya había tenido suficiente en pocos meses, primero el cambio de ciudad, el alejarme de mis amigos, el hecho de que mi hermano perfecto y todo el mundo lo quiere, y ahora esto...lo que pasó con Josh...ni siquiera se porqué me dolió tanto, pero me dolió y mucho. No me di cuenta a que hora me quede dormido, pero di gracias por eso, ya no quería seguir pensando en nada más. ya había tenido suficiente de que las personas jugaran conmigo, que fueran amables y luego me trataran como basura, ya estaba harto.

Los Angeles también vuelanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora