Mermaid | Min Yoongi

II | Fortuito

❝No creas en nadie; si lo haces, terminarás herido. Las primeras impresiones siempre son verídicas, sean malas o buenas. Guíate por la portada de un libro. Cada vez que veas uno abierto, ciérralo; si no sabes de dónde proviene, no lo leas. Nunca confíes... Todo termina siendo mentira.❞

Las llantas chirriando de una manera excesivamente irritable sacaron a Yoongi de sus pensamientos de forma alarmante. El chofer del auto culpable le gritó unos cuantos insultos que el pelinegro pasó por alto. Fue casi atropellado, pero ni ello había cambiado su humor ni expresión. Importándole muy poco la situación anterior, siguió su camino. ¿Hacia dónde? Ni él mismo lo sabía. 

Pasaron algunos meses tras el fuerte altercado con su madre. Aquellos días los pasó en una triste soledad, no le quedaba nadie ya. El dinero, siendo poquísimo, lo gastó en licor y cigarrillos; no fumaba, pero se vio en la necesidad de hacerlo en esas circunstancias. Ninguna llamada por parte de su familia, minúscula cantidad que le quedaba por cierto. Yoongi previamente había alquilado un cuarto por unos meses, no recordaba el porqué aunque no le molestaba, lo utilizaría los días que le hiciera falta.

Todo iba bien hasta ese momento, incluso comenzaría a buscar un trabajo para mantenerse decentemente y de una vez por todas. Sin embargo, el destino siempre le daba las peores cartas con las cuales jugar. Una llamada, un día cualquiera por así decirlo, le despertó de madrugada. Se rascó los ojos y los entreabrió para ver quién era la dichosa persona que se atrevía a llamarle a esas horas. ''Número desconocido'' apareció en la pantalla de su celular.

Como hacía con todo últimamente, le restó importancia y no hizo nada, sólo dejó que el móvil vibrase hasta apagarse. Pero el sentimiento de inquietud apareció cuando aquel número le llamaba una vez tras otra. Frunció el ceño y arrastró el botón verde emergente. Resultó ser la mismísima policía. Iba a colgar, a esas alturas le irritaba todo y todos; no quería malgastar su tiempo, y menos cuando se trataba de usarlo para dormir. 

''La señora Min falleció tras un ahorcamiento, su cuerpo aún se encuentra en el lugar de los hechos: su hogar. Su información presenta que usted es su hijo, quisiéramos que...''

No escuchó más que aquella dolorosa expresión. Se sintió libre de colgar, así lo hizo. De todos modos, ya había escuchado todo lo que debía. Firmar papeles, asistir a un velorio, ver cómo enterraban a su progenitora... Todo ello sobraba, es más, creía que el dinero no debía ser utilizado de esa manera. ¿Los ya difuntos habrían querido eso?, él pensaba firmemente que no.

Sin duda su madre se había quitado la vida ella misma, no encontraba otra razón para su muerte. Esa noche no lloró, no hizo nada más que pensar en todo lo que había pasado con ella. Cuando eran alegres, cuando se querían, cuando no peleaban, cuando conversaban...

Cuando eran una familia unida y feliz.

El aire que se respiraba en Busan era bastante diferente al de Daegu. Se sentía lo húmedo que era el mar, definitivamente le daba un toque especial a la ciudad, pero eso no le interesaba a Yoongi, al menos no en ese momento. Él se encontraba allí por una razón en específico, y no del todo buena... Para nada buena. 

Vendió decenas de cosas de la casa de su madre, todo sólo para conseguir el dinero necesario para irse de allí. Su poca familia le brindó sus condolencias, ¿qué iría a decir? «Mi madre no me importaba en lo más mínimo, para qué mentir». Sería mal visto por ellos, y por mucha gente para ser sinceros. Así que sólo asentía y ''compartía'' su tristeza, aunque fuese de lo más falsa. El funeral fue una completa tontería.