Mistletoe - Tensei no Yadorigi - (Rin y Len)

VI

Narra Hatsune Rin.

Después de ese "inofensivo" entrenamiento pasamos la tarde entre charla y risas, después de todo no eramos tan diferentes.

El cielo se oscureció y la luminosidad de las estrellas y la luna se hizo presente,nos despedimos y cada quien tomó su camino.
Logre llegar a escondidas hasta mi habitación donde segundos después irrumpió mi dama de compañía, Megpoid Gumi.
- ¡Por el amor de los dioses ¿Donde te metiste?! , estuve buscandote todo el día, además de que tu hermana preguntó por ti varias veces y yo no supe como responderle. Ahora - caminó hasta mí y se sentó sobre mi cama - me vas a dar una explicación lógica a tu ausencia.
Mmm... Yo... -Comencé a decir nerviosa mientras divagaba por mi mente buscando una excusa razonable y creíble a mi evidente ausencia - yo salí a ver las nubes - dije de la manera más convincente posible, pero al parecer no fue suficiente.
Me miró con cara de incredulidad y sentenció - ¿Durante todo el día?
- Emmh, siii...
-No te creo, te conozco desde que éramos niñas ¿Lo recuerdas?
- Sí, pero es la explicación me lógica que eh encontrado.
Gumi suspiró, sacudió su cabeza en signo desaprobatorio y con tono triste me cuestionó.
- No piensas decírmelo ¿Verdad?
- Si te lo digo no me creerás o te asustaras, y no quiero eso.
Finalmente se levantó y se dirigió hacia la salida, pero antes me miró una última vez.
- Siempre te ayudaré y confiaré en ti, pues sólo para ti vivo.
Salió y cerró la puerta con cuidado., no lograba entender esas últimas palabras, sin embargo me sentí culpable.

Narra la Autora.

Al día siguiente la molesta luz del sol filtrada desde su ventana despertó a la ojou-sama Rin quien sólo balbuceó.
- Sólo dos horas más, onegaishimasu.
Gumi, quien la había despertado suspiró molesta, tomó las cobijas que cubrían a la "Bella Durmiente" y las jalo tirandolas al suelo, en ese momento Rin terminó de despertarse y con cara somnolienta le sonrió a su dama.
- Ojou-sama, ya debería de levantarse se le hace tarde para tomar la primera clase del día - Dijo con rostro indiferente la peliverde quien sostenía en sus brazos la vestimenta que usaría ese día su querida Ojou-sama. Pero como sí de una niña pequeña y mimada se tratara la contraria contestó - Ño quiero.
Sin embargo eso no le importó a la dama de compañía quien actuó como si no la hubiera escuchado - Su hermana quiere hablar con usted, al parecer es algo importante.
La ojiazul quien hasta ese momento se había encontrado acostada se levantó de golpe y con energía renovada preguntó.
- ¿Mi hermana?
- Sí, creo que tiene algo que ver con el reino de Ghee Vermillion.
Megpoid se acercó a la princesa y dejando los ropajes que cargaba sobre la cama comenzó a desvestir lentamente a Rin., ya lo había hecho tantas veces que prácticamente se sabia el cuerpo de su "Ama" de memoria, sin embargo cada mañana le albergaba un sentimiento de culpa y vergüenza cada vez que admiraba ese hermoso cuerpo.