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Adaptación del "Poema 20" de Pablo Neruda.





Puedo escribir los versos más tristes esta noche.

Escribir, por ejemplo: "La noche está estrellada,

y tiritan, azules, los astros, a lo lejos".

El viento de la noche gira en el cielo y canta.

Puedo escribir los versos más tristes esta noche.

Yo lo quise, y a veces él también me quiso.

En las noches como ésta lo tuve entre mis brazos.

Lo besé tantas veces bajo el cielo infinito.







—Ayer fuimos a cenar al restaurante que tanto le gusta, pasamos una velada preciosa y luego nos fuimos a casa a ver alguna película y dormir abrazados toda la noche —contó el pelinegro, sumido en los encantadores recuerdos de la noche anterior—. Dios, fue definitivamente el mejor aniversario que pude haber tenido.

Apoyado contra la muralla, Sehun mueve su mirada soñadora desde el cielo repleto de pequeñas nubes que se asomaba por la ventana hacia el lienzo que es pintado por su mejor amigo, ignorando si este en realidad le está escuchando.

Su pecho se inunda de orgullo al recordar los sucesos que acontecieron horas atrás, específicamente en los que por obvias razones omitió, en donde él y su tan querido novio se entregaron en cuerpo y alma en un acto de amor real y duradero, sellando dos años de perfecto noviazgo que aspiraba incluso a muchos más.

Con un suspiro de enamorado, salió de su cómoda nube rosa y esperó alguna reacción de cierto rubio que le daba la espalda, trazando delgadas líneas sobre el lienzo con tranquilidad.

—Luhan, ¿Me estás escuchando?

Sin darse la vuelta o cambiar la expresión de su rostro, mordiéndose el interior de la mejilla, simplemente soltó:

—Me alegro, Hun.

Aquello no era lo que esperaba, o más bien necesitaba, y la mueca que de pronto se formó en su rostro, más la amargura que le embargó, demostró su disconformidad.

— ¿"Me alegro, Hun"? ¿Es todo lo qué dirás?

— ¿Debería decir algo más acaso?

Un gruñido resonó en la habitación, la tensión se hizo tan densa que era palpable en el ambiente. Luhan cerró los ojos por unos segundos, esperando a que el pelinegro hiciese lo de siempre.

—Estás insoportable —escuchó sus pasos alejarse, probablemente hacia la puerta—. Cuando se te pase me llamas, ¿De acuerdo? No estoy para que me jodas los ánimos.

Irritado, abrió la puerta y salió, cerrándola de un portazo para marcharse dando zancadas, maldiciendo lo desinteresado que a veces solía ser su mejor amigo cuando le contaba cosas con respecto a su perfecta relación con Minseok.

In perpetuum » hunhan.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora