3. Un Mal Trago

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"Tragos de amargo licor que no me hacen olvidar, y me siento como un cobarde hasta que me pongo a llorar". 

Ya era 31 de diciembre, último día del año, dos dias desde el corte de luz, y el primero en mucho tiempo en que se reunía la familia; esa mañana llegó el tío Frank con sus hijos desde Seattle, y la tía Helena con su familia en un largo vuelo desde San Francisco. Mis primos pequeños corrían por la casa, los adultos bailaban hasta desfallecer, Morgan y yo compartiamos con nuestros primos, a los que no veia desde que eramos nenes de cinco años. 

Desde que habia regresado la energía, segui en una conversación continua con Holly.

El día paso rápido, tanto que termine vistiendome para la ocasión llegada la noche, cuando quedaban dos horas de año. Baje a la sala de estar, donde entre risas y cantos bailaban y brincaban.

Un gran reloj que se alzaba sobre la chimenea sonó. Doce campanadas daban la bienvenida a un nuevo año. Mamá corrió a abrazarnos a Morgan y a mi, y el resto entre ellos: como era ya tradición. De inmediato salimos a disfrutar de la pirotecnia que podía apreciarse en el centro de la ciudad.

—Extrañaba esto —dijo tía Anne.

—Esperemos que sea un buen año, un buen 2014 —agregue.

Esperaba ese año por fin lograr mi cometido: ser el novio de Marissa Jones

Ya acabados, entramos a casa a degustar de la comida que habían preparado con esmero: pavo, puré de papas con salsa, y pasteles salados. Luego de eso, me recoste en el sofá, a beber con mis primos Tahoe Blue, Silver Tree , Five Wives.. No llevábamos la cuenta, pero iban unas cuatro botellas entre los cuatro.

—Diriaaa que voy a brindar por ellaa —dije, señalando a la nada, a efecto del vodka. —Pero sinceraaamente, brindo por cualquier-cualquier cosa.

Louis me acerco lo poco que quedaba de una botella de Jack Daniels, que no pude rechazar. Todo parecia perfecto, pues no tenia ningun pensamiento en mi cabeza. O así fue hasta que oí sonar mi celular, podía reconocer ese tono donde fuera. Mareado fui a buscarlo, y lo encontré en las manos Morgan, quien estaba hablando con alguien. 

Con todo ese alcohol en mi organismo pregunté.

—¿Quien habla?

—¿Nadie? —dijo Morgan.

—¡Pasamelo! —grité.

Pude ver en su cara que no quería que cogiera el celular. Pero me conocía al punto de saber que necesitaba atender esa llamada.

—¿Quién habla? —dije, tratando de sostenerlo bien.

—Marissa...¿estas bien?

—Si, lo estoy-p —respondí.

—¿Cómo has estado? Trataba de decirle a tu hermana cuanta falta me hace hablar contigo... Pero solo me gritó.

—!¿Qué quieres?! —grite.

— Extraño hablar contigo, me has hecho falta estos días Adam...Chuck y yo terminamos.

Los efectos del vodka, y una mezcla extraña entre alegría y enojo se apoderaron de mí.

— ¡Pensé que llamabas para que los escuchara tirando-o! — volví a gritarle.

— ¡No digas eso Adam! —me gritó ella.

— Segu... Seguro el cavernícola se aburrió de ti. ¡Y ahora buscas consuelo conm...!

— !Nooo! —grito Marissa, interrumpiendo mientras podía oír como comenzaba a sollozar —Llámame cuando estés mejor, o avísame cuando regreses... Solo quería desearte un feliz año.

Asi Me Enamore De TiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora