Hoy no es precisamente un día terrorífico como es de esperar de la festividad de Halloween. Pero no solo eso: también es mi «cumpleaños», por llamarlo de alguna manera.
Qué mejor manera de celebrarlo que al lado de la persona que tengo dormida como una muerta...: Ash. O Aisha; ella prefiere Ash.
—Mi amor... —Acaricio su rostro. Sigue dormida.
Entiendo que necesite descansar... Hemos dado muchos «paseos», no la culpo; pero si tarda en despertar, tendré que hacerlo yo y me gustará...
—Despierta... —Me quedo observándola con detenimiento.
—Buenos... días... —Bosteza. Es tan adorable...
—Contigo siempre son buenos, perfectos... —esbozo una sonrisa—. Como tú...
—T-te...
—¿Truco o beso?
—¿Q-qué...?
—Elige...
—Siento demasiada curiosidad por el truco... Pero ahora quiero un beso. —Cierra los ojos. Y la beso.
Nuestros labios han estado en contacto durante al menos media hora: sin separarnos, respirando por segundos y siguiendo la misma pauta.
—Deberíamos desayunar... —sugiere, agitada.
—Tú eres mi desayuno, vida mía...Perdemos la noción del tiempo entre beso y beso; y algunas caricias.
Ash me llama desde la cocina para que vaya. Me visto con lo primero que encuentro en mi armario y voy.
Ella sonríe, y a su lado hay una muy apetecible tarta de calabaza. Ahora entiendo que antes de venir a la cama tardase un poco.
—Feliz cumpleaños, pastelito —me felicita, esbozando una adorable sonrisa.
—Ya sabes que no es mi cumpleaños —sonrío inevitablemente.
—Claro que lo es, mi detective.
—Eso ya es historia...
—No lo es. Él es parte de ti desde hace años, como yo; pero yo más. —Se pone de puntillas. Me acerco a ella y la beso como respuesta.
Ash es mía, solo mía... Y puede que sea cierto que «él» forme parte de mí. Es mi apodo, lo fue hace años, y lo seguirá siendo: L.
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Mi Segundo Cumpleaños
Short StoryNo hace mucho que una pareja decidió armarse de valor y vivir juntos el resto de sus días. Aquí uno de sus primeros Halloween juntos.