Historias En Español

the wings are the gap

Esta es la historia de un ángel, uno tan puro que cuando volaba, el aire era ligero, refrescante y lleno de energía. El trabajo de este ángel consistía en transportar la tristeza de la humanidad a un lugar llamado "la caja infinita", por obvias razones, también debía cambiar esa tristeza por sentimientos neutrales, cálidos o positivos. 

Claro que este ángel era el único destinado a el trabajo, esto empezó a consumirlo cuando siglos atrás decidió cargar en la espalda, donde sus alas estaban, todos estos sentimientos porque su pesor era difícil llevarlo en los brazos.

Sus alas empezaron a gastarse pero el ángel hacía caso omiso hasta el punto en que ya no pudo volar más, se quedó en la tierra, en medio de un bosque y empezó a caminar sin saber lo que buscaba. Al llegar a un pueblo las personas veían la sangre correr en su espalda de donde sus alas salían pero lo ignoraban.

El ángel siguió caminando y por cada segundo una gota de sangre caía, esto siguió hasta que un grupo de niños regresó de aparentemente jugar en los prados y pasaron por los lados del ángel, ignorándolo, con la excepción de una niña de rasgos frágiles y visiblemente sucia de tierra que paró enfrente del ángel y señalando sus alas preguntó qué eran, el ángel le respondió que eran alas para volar alto hasta donde los sueños llegan.
La niña las observó por un momento y le confesó que ella poseía unas plumas similares, el ángel se preguntó a qué se refería y ella, dándose cuenta de la confusión, aclaró señalando su espalda que poseía lo que el llamaba alas pero que eran muy pequeñas y que a su madre le gustaba cuidarlas por ella.

La niña entonces rodeó al ángel para observar las alas hasta que vió la sangre que salía de ellas, la niña le tomó la mano al ángel y halando de ella le dijo que le siguiera. Pararon cuando llegaron a una casa humilde pero no muy pequeña, la niña abrió la puerta, entró, sentó al ángel y corrió más adentro de la casa; cuando regresó lo hizo con un botiquín en las manos, una sonrisa en la boca y una mujer sorprendida por detrás, la pequeña hizo que el ángel se volteara para curar sus heridas...

Cuando terminó y corrió de regreso a poner en su lugar el botiquín con el que las heridas se curan, la madre se acercó corriendo hacia el ángel y arrodillada le imploró;

"Llévate a la niña porfavor,
Su única esperanza eres tú,
Nadie más la puede criar
Como lo que ella es,
Como lo que ella debe ser
Aún con el suficiente amor,
No hay nada que yo pueda hacer."

La niña regresó, el ángel en calma se paró y amablemente le ordenó a la niña que empacara lo necesario para un viaje muy largo, la niña sonrió y corrió adentro una vez más. La madre se echó a llorar de felicidad y  el ángel la consoló.

La niña regresó limpia, cambiada y con una maleta mediana que en sus manos parecía una muy grande. La madre se despidió de la niña llorando y una vez más le agradeció al ángel.

Así es como terminó de la mano, el ángel, de una niña que ahora cuidaba, una niña que en realidad no era una niña, sino otra criatura en dolor.

*****
-C