MERODEADOR

Introduciendo al merodeador en los campos prohibidos

Su identidad no era clara. Solo se sabe que era aquel a quien llamaban ¨el merodeador¨, un joven de cabello castaño oscuro, largo, para ser exactos hasta un poco mas abajo de su nuca, lucía una piel blanca, casi pálida, llevaba una mirada fría, como de melancolía, bajo su ojo izquierdo tenía un lunar, el cual le hacía mas fácil de reconocer, llevaba una especie de capa corta con el signo de la llave de luna, una espada mágica la cual cuentan fue de un héroe trágico, quien sabe, hoy en día su canción ya no se es escuchada. Aquel joven tenía una amada, una chica del pueblo en que vivía. Ella era frecuentemente molestada por la comunidad ya que esta tenía unos gustos peculiares, que para la gente de por aquellos años era muy mal visto, tras años de tacharla como una bruja, un demonio, ángel caído o mensajera de la muerte fue atacada por aquella población, asustada esta no vio mas opción que escapar de allí dejando todo atrás, su familia, su casa, inclusive a aquel merodeador, el cual tras saber lo sucedido montó en su yegua y se dirigió en dirección a donde su amada ahora se había introducido, los Campos Prohibidos. Un lugar muy alejado, cerrado para todas las personas, sin embargo las personas siempre lograban colarse allí dentro para luego huir despavoridas o en efecto, para nunca mas regresar. Se rumoreaba que en aquel lugar podrían llegarse a escuchar potentes gruñidos, fuertes pisotones o verse muy a lo lejos siluetas enormes con formas humanoides pasando de un lado a otro entre los bosques, montañas y ruinas que se encontraban en aquel campo. Nuestro merodeador sabía que su amada allí se encontraba, por eso no se rindió. Aquel joven es nuestro protagonista en esta historia que quiero relatarles ahora, la historia de como nuestro merodeador, aquel quien siempre estaba al acecho decidió inclusive enfrentar a la mismísima muerte por encontrar a su amada una vez mas.