Sr. Violento

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Bajé las escaleras, corriendo hacia los ascensores. Un equipo de seguridad me esperaba en los ascensores. Un equipo ...

Parpadeé a los tres hombres en trajes austeros y la única mujer que logró ser la más intimidante del equipo.

Blake asintió, hablando por primera vez. –Señorita Karlsson, Le presento al resto de su equipo de seguridad.- Señaló el hombre más cercano a ella. Era enorme, con músculos y obviamente armado bajo su fino traje hecho a medida. Su pelo oscuro estaba cortado muy corto y sus facciones eran duras, pero atractivas. -Este es Williams.-

-Señorita Karlsson, -dijo, asintiendo con la cabeza cortés.

Asentí con la cabeza, tratando de conservar el nombre en mi memoria. Al parecer, iba a necesitar aprender de ellos, con tanta seguridad.

La cabina del ascensor llegó y Blake me guió con la mano dentro del ascensor. Entré, tratando de no sentirme intimidada antes de la visión de ellos cuatro rodeándome.

Blake se aclaró la garganta. -Tenemos que darnos prisa. Sr. Styles no estará contento si llegase tarde. – Continúo introduciéndome rápidamente a los otros dos hombres.

Uno de ellos era más bajo que los demás, por lo menos una pulgada más bajo que yo, si yo no llevase tacones de tres pulgadas. Todavía estaba intimidada por sus hinchados músculos, sin embargo. Su pelo corto y rubio le daba un aspecto ex – militar. Blake lo presentó como Henry.

El último era de mi estatura exacta con tacones, con el pelo castaño corto y sonrientes ojos marrones. Era el menos severo de los demás, y el más atractivo, pero aún se mantenía en esa manera disciplinada que tenía "aplicación de la ley" escrita por todas partes. Blake lo presentó como Johnny.

Pensé que era extraño que algunos de ellos utilizaran sus nombres de pila, y algunos sus apellidos, pero no lo pregunte acerca de ello. Yo había estado condicionada desde una edad muy joven para no entrometerme.

Era finales de junio, y caliente como el infierno, en Nueva York. Yo estaba agradecida por mi ropa ligera, ya que el calor y la humedad se ataron a mí en el momento en que salimos al aire libre. Mi seguridad me rodeo cerca como nos mudamos desde el ascensor a una limusina ostentosa que fue alineada directamente con la entrada del vestíbulo.

Traté de actuar como si no estuviese incómoda con mi situación y mi abundante ridícula seguridad, pero me sentí muy rígida mientras me movía desde el ascensor hasta el coche.

Mi equipo de seguridad se movían como si lo hubieran coreografiado, lo que se supongo que tenían que hacer. Blake y Johnny se reunieron conmigo en la cabina del vehículo, Henry yendo de acompañante y Williams conduciendo. El corto viaje a la propiedad Styles fue extraño. Blake se mantuvo en silencio absoluto, y Johnny parecía casi demasiado amistoso para encajar con el resto del equipo de seguridad que había conocido hasta ahora.

Parpadeé, perpleja. Estaba tan acostumbrada a la forma en la que los otros guardaespaldas profesionales se comportaba, que no estaba preparada para la conversación . y su pregunta...

-En realidad no me he trasladado aquí. Estoy yendo y viniendo de Las Vegas. Pero me gusta Nueva York. He tenía una ruta aquí durante años, sin planes de cambiarlo -.

Johnny me lanzó una mirada perpleja. –Mantendrás tu trabajo? Vas a seguir siendo azafata?-.

Lo miré con recelo. Yo no era de hacer palanca, pero al parecer estaba Johnny. -Bueno, sí. Es mi trabajo. ¿Por qué debería dejarlo? –

Grounded -- Up in the air 3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora