Sr. Sadico

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Lo estudié durante mucho tiempo, mis piernas temblando mientras lo observaba. Me recosté contra la ventana por apoyo.

Su chaqueta había desaparecido y su corbata estaba torcida. Las mangas de la camisa de vestir estaban enrolladas, más bien desordenadamente, al menos para él. Vi una solitaria gota de sangre en su cuello, estudie su rostro y luego sus brazos. Sus nudillos se veían un poco hinchados, tenía los puños firmemente apretados, pero su rostro seguía intacto.

-Era un hombre adulto que había insultado a la persona más importante en mi vida. Lo más valiosa en mi mundo. Dos veces. Saca esa maldita mirada de miedo de tu cara. Nunca te golpearía, ni atacaría sin restricciones. Pero si te castigaré. -Mientras hablaba, comenzó a desabrocharse la camisa, tirando de ella para sacarla de sus pantalones beige. Su erección se perfilaba con fuerza contra el pálido tejido.

Me lamí los labios entumecidos. -¿Por qué?-

-Por esa mirada. Por la falta de confianza. Por dejarme durante días, sea cual sea la puta razón. Y llegaste tarde -.

Se acercó a mí, sin camisa y increíblemente hermoso, con los músculos rígidos de trabajo a lo largo de su perfecta piel dorada. Vi mi nombre grabado en carmesí en su pecho, mientras se acercaba a mí.

Su mano pesada cayó en mi nuca. Me empujó lentamente al escritorio con sólo ese contacto. Me Apretó con firmeza pero poco a poco, hasta que el frente de mi torso estaba sobre la parte superior de su escritorio, mi cadera exactamente en el borde. Sus manos se movieron por debajo de mi vestido sin dudarlo, agarrando mi tanga de encaje y tirando de ella por mis piernas con un movimiento suave. Tocó un tobillo. -Levanta-, ordenó secamente.

Levanté mi pie. Y repitió el proceso con la otra pierna.

Sus dedos se movieron contra mi espalda, desabrochando el sujetador a través de la seda de mi vestido, sólo una persona con experiencia en ese proceso podría hacerlo. Lo saco fuera rápidamente, dejando el vestido intacto.

Grounded -- Up in the air 3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora