Sr. Magnánimo

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"RED" era tan escandalosamente lujoso como me había imaginado que sería. Harry no parecía ser dueño de una propiedad que no lo fuera. Cada centímetro del lugar era, por supuesto, de color rojo. Cada tono de rojo estaba representado en el papel de las paredes, los pisos de madera color rojo oscuro y las arañas de cristal del otro tono de rojo sobre cada mes y en la zona del salón.

La primera sala del establecimiento era el área del enorme bar, con techos altos y mármol rojo bañando en cada superficie. La línea que llega alrededor de la manzana para entrar en el lugar significa que obviamente hay una gran demanda para entrar al lugar, pero no lo sabrías por el amplio bar. Los códigos del lugar eran gente bien vestida y de buen comportamiento. La moda mezclada con la riqueza en un ambiente delicioso.

Una anfitriona seria de pelo negro, que probablemente pasó sus días modelando, nos guio enérgicamente a través del bar hasta el extravagante comedor. Había tres que podía ver.

Enormes y variados arreglos flores se encontraban en todas las mesas. Todas las flores de color rojo, por supuesto.

-Es todo muy rojo.- le dije a Harry.

Él se limitó a sonreír.

La anfitriona nos guió a una mesa en el centro de la gran sala. No comedores privados para nosotros. Harry aparentemente que lo vean esta noche.

Sthepan y Javier ya se encontraban esperando por nosotros en la mesa. Sthepan me saludo con un largo abrazo y Javier con uno un poco mas corto.

Estábamos sentados en una hermosamente arreglada mesa, y yo la miraba impresionada, mientras el equipo de seguridad empezó a posicionarse alrededor del comedor sin una palabra.

-Son tan coreográficos.- dije.

Sthepan y Javier estaban los dos bebiendo vino tinto, mientras que Harry y yo bebíamos agua.

-Tráenos el especial de esta noche.- Harry le dije a la camarera, que lucía petrificado solo con la vista de él.-Si es que todo el mundo está ok con eso?-

Todos asentimos. Somos acompañantes de vuelo, lo que nos deja en medio de una rara situación donde tenemos mucha cultura, viajamos por todos lados, pero ninguno de nosotros nunca fue traído a ningún lugar tan intimidantemente costoso. Pensé que eso nos puso a todos un poco nerviosos.

Charlamos cómodamente mientras esperábamos por la comida. Los chicos se llevaban increíblemente bien, lo que fue un alivio para mí. A parte de tenerme a mí en común, Sthepan y Harry siempre tiene mucho de lo que hablar. Desde deportes, a autos, hasta amigables debates políticos que únicamente me daban un ligero dolor de cabeza, charlan como si fueran viejos amigos. Me calienta el corazón.

-Muy bien- Harry le dijo cuando ella sirvió otro plato.

Ella prácticamente brillaba mientras se alejaba como si estuviera flotando, claramente afectada por su alabanza.

-No deberías tirar todo ese encanto tan descuidadamente, lograras que todo el mundo se enamore de ti. -le dije, sonriendo levemente.

Me agarró la mano, beso mis dedos mientras me estudiaba. -¿Eso crees, amor?-

Aparté la mirada, sonrojándose, por la pérdida de palabras.

El postre fue aún más delicioso que la cena, pastel de banana tostada con crema de ron congelada. Las porciones eran pequeñas, pero estaba realmente satisfecha para el momento que terminamos de comer.

Nos quedamos un largo tiempo, incluso después de terminar la cena, disfrutando del hermoso lugar y de la compañía. Los chicos irían a una obra de Broadway luego de cenar. El pensamiento me hizo hacer un mueca, Broadway no era algo de Sthepan por eso lo hacía realmente tierno que hiciera eso por Javier.

Grounded -- Up in the air 3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora