CAPITULO 8

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Nataly POV

Toque el timbre de su casa ni bien estuve frente a su puerta.

La verdad, no sabia por que estaba aquí.

Tal vez solamente se puedan imaginar que quería verlo, pero estaba segura que hiba mas allá de eso, yo, por mi parte creo que solo necesitaba una distracción, pero que esta vez no involucrara sexo.

-Nataly -Si, querido mio, para mi también es una sorpresa que este aquí.

-Hola Alex -Dije tímidamente como si fuera la primera vez que cruzo una palabra con el.

-¿Que te trae por aquí?¿En mi casa? -Pregunto el sin poder procesar todavía la información de por que estoy aquí.

-¿Me dejas pasar? -Respondí con otra pregunta.

-Claro -Dijo haciéndose a un lado en la puerta.

Pase por un pasillo que me llevo al salón y pude ver que su hogar era muy acogedor.

Tenia pocas cosas......, no miento, tenia muchas cosas, la sala daba a un lado de la casa en donde había plantas y le daba un toque muy rustico.

-Linda casa -Voltee y me encontré con Alexander viéndome divertido.

-La decoro mi hermana, tal vez se lleven bien.

-Puede que si -Como si la situación fuera incomoda, reino el total silencio.

Creo que no llegue en un buen momento.

-¿Te molesta que haya venido? -Le pregunte, insegura de su respuesta.

-No, solamente que todavía no se ¿Por que?

-¿Por que que?

-¿Por que viniste? -Avanzo, tratando de acercarse pero retrocedí.

No podía permitir que me tocara, no con mis heridas.

-Ni yo misma lo se -Dije sonriendo, tratando de hace pasar el incomodo silencio que nos rodeaba.

-Nataly ¿Por que viniste? -Empezó a acercarse y yo retrocedí de nuevo, solamente que esta vez el no paro de caminar.

-Por favor, aleja te -Susurré con un hilo de voz, cuando mi talón toco la pared.

-¿Que escondes? -Pregunto parando de acercarse.

Peor luego me puse a razonar su pregunta y, diablos, creo que me descubrió.

- N-nada - Musite con voz baja.

- Mentira -Su mano llego hasta a mi y como si me hubiera empujado, perdí el equilibrio y mi espalda choco contra el muro.

Pegue un grito ahogado. Alexander, preocupado por mi acción, dio grandes zancadas hasta alcanzarme.

- Nat -Me dijo preocupado.

- Suelta me -Le dije cuando intento cargarme, ya que su mano se puso en mi espalda baja donde, a pesar de que tenia pocas heridas, las tenia, y ardían.

Alex subió las escalera conmigo en brazos, cuando estuvimos en el segundo piso, abrió una puerta y me dejo en una superficie suave, que muy al instante reconocí como su cama.

- Lo haré despacio¿Si? -Me alerte cuando des abotonó el primer botón de mi camisa.

No quería "eso" justo ahora.

- No, no quiero hacerlo -Susurré bajo, pero asegurándome de que el lo oyera.

El río.

-Solamente curare tus heridas -Justo cuando dijo eso, término de desabotonar toda mi camisa.

La retiro muy suavemente por mi cuerpo y cuando ya no estuvo tapando me, me senté por mi propia voluntad y entonces el fue a la cabezera de la cama, en donde pudo ver mi espalda.

-Dios mio Nat, ¿Quien hizo esto? -Volvió a ponerse en frente mio y sacudió mis hombros, exigiendo me una respuesta, pero basto que hiciera una mueca de dolor para que me soltara. - Solamente dime quien lo hizo.

-No puedo -Dije sintiéndome miserable.

No podía decirle en el infierno que estaba, por que si no me sacaba de el, este se haría mas grande.

-Nataly, la perdona que te hizo esto merece un castigo -Fue a su ropero y de el saco un frasco junto con una jeringa.

-¿Que haces con eso? -Pregunte cambiando de tema, y al mismo tiempo asustando me.

Odiaba las malditas jeringas.

-Tengo que ponerle anestesia a tu espalda antes de echarte el alcohol, o prefieres que heche alcohol sin anestesia -No se cual era peor -No creo que quieras que las heridas se infecten, por que ya están muy rojas.

-Solo....pon la maldita anestesia -Cerré los ojos esperando el pinchazo de la aguja, y menos de unos minutos sentí como perforaba mi piel.

Gruñi y quise gritar cuando la aguja expulso la anestesia, sentía como si en mis venas corriera fuego.

-Tranquila Nat -Sentí como poco a poco la jeringa salia de mi cuerpo y cuando estuvo completamente fuera, suspire con alivio. -Ahora el alcohol.

-Bien -Mi espalda comenzó a adormecerse y cuando sentí que ya no tenia dolor, suspire otra vez.

-Respira ondo -Me advirtió Alex.

-¿Que? -Pregunte confundida.

-Ahí pocas posibilidades de que te arda, pero no son imposibles.

-Te odio -Susurré entre dientes.

-Puedo dejar tu espalda así -Se dio la vuelta y yo lo detuve.

-¡No! - Grite muy fuertemente aunque el ya pudiera escuchar me. - Simplemente hazlo - Susurré pero de manera que el me oyera.

- Respira ondo -Lo próximo que sentí fue como el alcohol mojaba mi espalda, pero no ardía, refrescaba mis heridas.

- Listo -Dijo el cuando menos lo espere, ya que solamente habían pasado segundos.

- ¿Tan rápido? -Pregunté yo, sorprendida.

- Nat, ¿Si te digo algo te molestas?

- Alexander ¿Que hiciste?

- Bien, primero respira y dame un juramento que dice que no me golpearas.

- Yo Nataly Opmanell juro solemnemente no golpear a Alexander ¿Feliz?

- Bueno, te mentí cuando te dije que podía arder, es que Nat, eres muy bruta, ¿Como va a arder con anestesia y todo?

- Mira....., No te golpeó por el simple hecho de que tengo un dolor de mierda en mi espalda. -Lo acuse.

- Vamos Nat, no te enojes - Me senté en la cama y luego me heche sobre esa.

- Déjame en paz, solo quiero dormir, estoy agotada -Me puse de costado y poco a poco comence a sentir un peso a mi costado.

El paso un brazo por mi cintura y apego mi espalda a su pecho de manera de no hacerme daño.

- Descansa Nat -Susurro para después besar mi mejilla.

- Igual Alex -Devolvi.

En segundos mis ojos se cerraron y en instantes me quede dormida.






Mi PadrastroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora