Al caer la noche nuestro punto de encuentro es en la casa de Zayn, está igual a la última vez que la vi. Esta vez con más personas alrededor. Jade limpia un poco la sala y me asegura que tendremos una noche de chicas para que no me sienta mal por lo ocurrido, de un momento a otro me parece de suma importancia saber porque ella vive en la casa de su novio y no en una propia, pero guardo la pregunta para otra ocasión.
Andrés está en el marco de la puerta observandonos, habla con Zayn y voltea la vista de nuevo a nosotras. No tengo idea de el tema de su conversación y no quiero saberlo, estoy sentada en el sofá donde Zayn durmió a mi lado, protegiéndome de mis propias pesadillas.
-Entonces, ¿Siempre se pelean?
-Si, algo así. Es más complicado realmente
Jade se sienta en la alfombra frente al mueble, me mira atenta. Ella espera una cascada de lágrimas acerca de la tormentosa relación que llevo con mi madre pero no puede ser así, si ni siquiera llevo una relación con ella.
-¿Vives aquí?
-Si, algo así. Es más complicado realmente
Responde con el mismo tono que yo, incluso balbucea un poco. Es claro que ella no es tan radiante como presuntuosamente era.
-Si yo te cuento una parte, tu me cuentas una parte. ¿De acuerdo?
Dudo por un momento, la historia de ella viviendo aquí me resulta intrigante, sin embargo, la historia de mi vida es triste y vergonzosa y no tengo garantía alguna de que ella no correrá a Zayn a contárselo.
-Yo... No quisiera que nadie se enterara.
-¿Qué te parece si lo hablamos más tarde en la noche, después que estos dos se hallan ido a dormir?
¿Por qué le interesaba tanto mi historia?
-Solo quiero saber si no estoy sola... Además, yo también te quiero contar lo mío.
Pareció advertir mi cara, entonces se levantó y fue con los chicos, asestándole a Zayn un beso suave en los labios. Me quedé sentada pensando en si era una buena idea contar mis cosas a Jade, la volví a mirar, tenía un brazo sobre los hombros de Zayn y reía con cualquier cosa que Andrés estuviese diciendo.
Observando la imagen me percaté que no me molestaba en absoluto que ella estuviese cerca de Zayn, no me daban celos ni nada parecido. ¿Por qué en el mundo envidiaría a esa feliz chica? Cada vez que se acercaba más a él, mi mente me decía que así las cosas estaban bien, que así deberían haber sido todo el tiempo y que yo debía solo quedarme mirando.
Como siempre, me quedé viendo a la feliz pareja, esta vez con un amigo extra, pero igual de felices y despreocupados.
-No te quedes allí sola- dijo Andrés y rompió mi trance.
Salí con ellos y él tomó mi mano.
-¿Es serio el problema con tu mamá?
-En parte, supongo que debo hablarle para empezar.
-Si, quizá si le hablas entendieras sus razones.
No me la imaginaba diciendo que se había escapado con un amante y me hablía dejado con un padre al que siempre le importó más su mujer que su hija.
-No llores-decía Andrés, no sabía que estaba llorando- . Mira, es normal pelearse con los padres, siempre que yo lo hacía, colocaba mis dos manos en mis oídos y murmuraba la palabra ''paz'' hasta que se me olvidaba por qué estaba mal y me dormía o simplemente hasta que me sintiera bien.