Habían pasado dos meses desde que Amelia vivía con DNCE en su apartamento de Nueva York. Joe no había mencionado nada sobre tener que mudarse, dándole espacio para organizar su nueva vida neoyorkina, su trabajo y sus estudios en Diseño de Modas. Los chicos se habían ido a promocionar su música a Japón, Latinoamérica y a presentarse en premiaciones. No se había mencionado nada sobre ella, excepto las tres veces que Joe y ella habían salido afuera juntos. Se decía que era amiga de él, y ella evitaba salir junto a ellos para no crear más especulaciones. Le estaba funcionando bastante bien.
En cuanto a su trabajo, le llegaba mucho más mientras se acercaban las festividades y las elecciones presidenciales. Creía que al ser nueva no se le daría trabajos tan importantes, pero se equivocaba. Hacía una semana se había sorprendido al ver uno de sus artes en el Times Square. Le había resultado alucinante ver aquello ante sus ojos. Y todo aquel trabajo se le unían sus clases, las cuales ya comenzaba a hacer patrones y a realizar pequeñas piezas en la máquina de coser. Estaba a reventar de trabajo, por lo que para el tiempo que estuvo sola en el apartamento, se encerró y terminó todos sus trabajos.
Cuando volvieron los chicos a casa ya era casi Halloween. Solo quedaba una semana y ellos estaban invitados a una de las mejores fiestas en la ciudad. Iban a presentarse y a pasarla bien toda la noche.
-Yo me vestiré de chica en pijamas. Me quedaré a llenarme de dulces, a comer mucho pop corn, y a ver películas de terror. - Contestó Amelia cuando Jinjoo le preguntó de qué se vestiría.
Los cuatro integrantes de DNCE rieron de aquella respuesta. Y ella no entendía porqué.
-Oh, no... eso no. Tu irás con nosotros, señorita. Es hora de que salgas a mover ése trasero tan bueno que tienes. – Protestó Cole en broma. Aunque siempre hacía bromas sobre el trasero de la chica no entrando en lugares pequeños.
Aquello la hizo reír un poco, haciendo una mueca con su boca a la vez. Su mirada fue hasta Joe, que la miraba de manera fija, alzando una ceja cuando sus ojos conectaron.
-¿Qué?- Su pregunta era más una protesta. No le gustaba la manera en la que Joe sonreía. Con ese brillo travieso en sus ojos. Como si estuviera tramando algo.
-Deberías ir con nosotros. No saliste a divertirte en semanas. Necesitas relajarte.
-Pero estoy bastante relajada... de hecho, ya les dije lo qué haré en Halloween.
-Ams...
-No. No tengo nada que hacer en una fiesta de celebridades, chicos. No voy a ir a ninguna parte, y no me pueden obligar. - Y como palabra final se cruzó de brazos y los miró a todos de forma desafiante.
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-No puedo creer que me estén obligando a hacer esto.
Amelia protestó de forma gruñona y miró a Joe a los ojos, entrecerrando sus ojos. Como si lo atacara con la mirada. Éste la había tomado como si pesara menos que una pluma y se la había llevado colgando del hombro. No hubo protesta alguna que pudiera evitar que se la llevaran a la tienda de disfraces.
Y estaban en ése preciso instante mirando entre bastidores de ropa, buscando el disfraz perfecto para Amelia. Las protestas cesaron cuando Cole y Jack en específico comenzaron a probarse ropa. Joe les seguía el juego, diciéndoles piropos entre atrevidos y chistosos.
- ¿Qué tal éste? – Jack traía entre sus manos un hermoso vestido azul, estilo quinceañera. De inmediato ella negó con la cabeza.
- ¿Para llamar la atención? Nunca me vestiría de Cenicienta...
-Amelia, debes cooperar aunque sea un poquito. Nada te ha gustado. ¡No te haz probado nada! -JinJoo parecía cansada y resoplaba cada vez que Amelia se negaba a un disfraz.
-Es que no me gusta llamar la atención... y todos esos vestidos son muy femeninos y sensuales. Se me verá todo.
-Ésa es la idea. – Dijo Cole y Amelia pudo ver que éste le guiñaba el ojo a Joe. Eso la hizo fruncir la frente. Pero decidió no hacerle caso al gesto.
-¿Y si voy vestida de la novia de Chucky?
-Pasado de moda. – Se burló Joe. Y en un segundo su rostro se iluminó como cuando una persona tiene la idea más brillante del mundo. -Bueno... si quieres irte por lo loco, necesito el complemento para mi disfraz. ¿Prefieres que te escoja yo el disfraz?
Amelia se negó de inmediato. -Ni loca... No se de qué te vestirás, pero sé que es una terrible idea.
-Oh, no es tan malo... seguro te gustará. Anda... vamos a comer y mandaré a buscar tu disfraz. Pero será como en las bodas. La novia no deberá ver al novio vestido hasta la boda.
-Es al revés, genio. – La coreana y ella se echaron a reír, y luego Jack y Cole se unieron.
-Eso o nada, preciosa. – Joe le sonreía travieso y encantador. Ése gesto le volvía el corazón gelatina a Amelia. Pero nunca aceptaría ese hecho. Ni siquiera a ella misma.
Suspiró e hizo una mueca, buscando la aprobación de los demás. Parecía que ellos ya habían visto el disfraz de él y aprobaban aquello entre risas. Ella, por supuesto, no sabía nada.
-Por favor... díganme que no me tendré que vestir de la protagonista de Pretty Woman.- Todos negaron con la cabeza y Joe ya comenzaba a sonreír. Sabía que aceptaría. – Muy bien. Y que la suerte me acompañe...
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Carta de la autora:
¡Hola, chicos! La verdad estaba muy ocupada con la universidad y no tenía tiempo de actualizar mis historias. Pero les agradezco los comentarios que he visto, me motivan mucho enserio y no puedo esperar a tener un buen descanso para actualizar mis historias.
Lo que me llevó a regalarles éste capítulo es que entré a ver unas historias y vi que tengo más de 1.2K de vistos. *-* Nunca pensé que alguna de mis historias tuviera tantos vistos, por los que ésto es más que un agradecimiento, es mi regalo a aquellos que han estado esperando por meses a que actualice la historia.
¡Gracias! Esperen un nuevo capítulo pronto... quizás para Halloween. ;)
Los ama,
Lola Black. <3
PD. ¿Pueden adivinar cuáles serán los disfraces de Joe y Amelia? Quien lo adivine tendrá dedicatoria en el próximo capítulo. <3
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La Chica De Joe Jonas
FanfictionAmelia Pérez jamás se hubiese imaginado acabar en el apartamento de DNCE, junto al ídolo de toda su vida, Joe Jonas. Él era chistoso, amable y por cosas del destino se convertiría en su mejor amigo. Pero...¿será ése el resto de su historia?