La Chica De Joe Jonas

Capítulo 5.

La semana habia pasado demasiado rápido para Amelia, y ya habia llegado el sábado nuevamente. Durante la semana habia comenzado a ir al enorme rascacielos que era la empresa en la que trabajaba. Habia estado hasta el tope, y agradecía que en la universidad la hubiesen preparado para aquel tipo de campo laboral, o ya se hubiese tirado de la azotea del edificio.

Vivir con Joe también había sido un gran cambio, y todo había sido más revoltoso cuando comenzaron a llegar los otros compañeros de piso de Joe, el resto de DNCE. Por suerte, JinJoo habia aceptado hacer un espacio en su habitación y el miércoles ya habia instalada otra cama. La noticia habia emocionado muchísimo a la coreana, lo que hizo que Amelia se sintiera más que bienvenida, aunque Joe ya se había encargado de hacerla sentir así. El reto de los chicos le habían dado una calurosa bienvenida y cuando la veian en las tardes trabajando en el comedor con su laptop, le preguntaban con curiosidad sobre lo que hacía. Además, en una semana más comenzaría las clases de diseño de moda en la que se había matriculado.

El sábado al medio día Joe la invitó a ir por un helado, para que se relajara un poco y ella no lo pensó dos veces para aceptar.

-¿En qué piensas?

Le preguntó Joe mientras ella miraba hacia un punto fijo a lo lejos y comía de su cono sabor a chocolate. Amelia lo miró y rió.

-¿La verdad? Nada...-Se echó a reír.-Trato de mantener la mente lo más lejor posible del trabajo...

Alzó una de sus gruesas cejas, lo que hizo que Joe sonriera de vuelta.

-Te hace falta unas buenas vacaciones y a penas estás comenzando a trabajar... no te quiero ver en un año.

Él rodó los ojos de forma dramática y siguió comiendo de su helado sabor a fresa.

-Tienes razón. Pero dejemos de hablar de mi trabajo y mejor hablemos de lo que estás haciendo en la semana...

Él bufó y luego se echó a reir mientras se sentaba en un banco del parque y la invitaba a sentarse junto a él.

-Entrevistas y estudio... Estamos grabando nuestro primer disco.

Parecía emocionado cuando hablaba.

-¡Wow! ¿Enserio? ¡Felicidades! Si te soy sincera, soy una de las más que espera ese disco. -Amelia alzó su mano derecha como en un juramento.- Jonatic forever! -Exclamó y soltó una carcajada.

-Creo que tenemos una loca fan enamorada...

E hizo una mueca con su boca mientras la miraba de forma expectante. No se esperaba eso de ella.

-Bueeeeeno. -Alargó aquella palabra mientras comia de su barquilla, haciéndose la desentendida.-Puede que fuera un poco loca desquisiada por los Jonas...

-¿Sólo un poco?

Joe alzó una ceja y la miró acusatoriamente, pero a la vez en broma. La cara de timidez de la chica le divertía.

-Sip... Un poco...

-Yo creo que aún sigues...

-¡PARA!

Se echó a reír antes de que él siguiera. Sentía sus mejillas arder y se sentía un poco avergonzada de que su ídolo de su juventud, quien se habia convertido en un buen amigo, supiera de su inmenso amor adolescente.

Él no dudó en reír y acercó su cono al rostro de Amelia, embarrando la mejilla de ésta con helado sabor a fresa.

-¡Joe!

Lo vio con grandes ojos, aún sin creer que su mejilla estuviera llena de dulce helado.

-Creí que necesitabas refrescar esas mejillas...-Decía mientras se reía de ella.

-¡Ahora me limpias!

-Pero si pareces adorable con ese rosa. Te queda tan bien...

-Se siente tan pegajoso...

Se quejaba y creia que se iba a poner a lloriquear. No le gustaba sentirse pegajosa, ni sudorosa, ni nada que pudiera hacerla sentir incómoda con su propio cierpo.

-Espera, tengo unas toallas para limpiarte...

Y sacó las toallitas que le habían dado en el puesto de helados de su bolsillo, pero en ése preciso instante un viento sopló demasiado fuerte y se llevó las toallitas volando, y siendo tan inesperado el cono que Amelia tenía en sus manos calló al suelo. Hizo un puchero como cualquier niño de 5 años haría si su helado se cayera al suelo.

-Creo que...

Él se detuvo al ver la expresión de ella y no supo que hacer por un momento. Si avergonzarla más y limpiarla, o abrazarla y decirle que le compraría otro. Se veía tan tierna cuando parecía tan indefensa.

-No.digas.nada.

Dijo de forma seca y él ya entendía los episodios de seriedad de ella. Era parte de su personalidad extraña y se había acostumbrado a ella en tan sólo una semana. Le dio tanta ternura verla de esa manera que se acercó y sin darse cuenta ya había lamido la mejilla cubierta de helado de fresa que tenía ella. Casi no quedaba rastro del helado, pero tampoco quedaba de su vergüenza.

-Tu no acabas de...

-Si, lo hice. Ahora huye antes de que llegue algún reportero...

Le dio lo que quedaba de su helado y tomó la mano de ella para correr a toda prisa hacia el apartamento.

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Pequeña carta de la autora:

Primero que nada, me quiero disculpar por no actualizar tan a menudo, pero estuve enferma con influenza y también estoy en finales, lo que me deja con muy poco tiempo. Además estoy en el grupo de Teatro Rodante y ésta semana fue la presentación de nuestra primera obra. Les cuento ésto para que me entiendan un poco.

Se que tengo muy pocos lectores, pero me llena de alegría ver que al menos unos 30 leen mi novela. Y ahora si... hice éste capítulo corto como regalo a aquellos que me han pedido uno nuevo, prometo actualizar lo más pronto posible.

Y ahora, sería de gran emoción que votaran por mi historia si les ha gustado y que comenten cualquier cosa. Críticas constructivas son más que bienvenidas, al igual que los mensajes motivacionales y opiniones.

Eso es todo por ahora,
Lola Black.  <3