Wolfy.

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- ¡No diga eso, no me gusta! - Cruzó sus brazos sobre su pecho de manera infantil. Se reprochó a sí mismo el haber sonado tan femenino y chillón pero es que ese psicólogo le sacaba de quicio en muchas ocasiones.

- Usted acaba de decirme que le excitan esos rasgos animales, ¿no es eso zoofilia? - El Doctor Ken sonrió viendo a su amigo y paciente perder los nervios acostado en el diván.

- Si dices zoofilia me haces sentir fino un enfermo que viola perritos. Los híbridos no son animales, la parte humana es mayor... - Sus argumentos no se sostenían y eran más propios de un preescolar que de lo que era, profesor de la secundaria.

- Está bien. La situación política y social actual sobre la existencia de los híbridos es muy controversial. ¿Deben ser considerados animales o personas? ¿Debemos tratarlos como a cualquier ser humano? ¿Debemos tener en cuenta sus sentimientos a pesar de que la principal función de los híbridos es la de obedecer, satisfacer y complacer a un amo humano? ¿No les convierte eso en una especie inferior?

- ¡Ya, corta el rollo con el cuestionario!

- ¿Qué opinas sobre todo esto Seokjin? - El nombrase bufó molesto, el terapeuta siempre le preguntaba esas preguntas de las que no sabía la respuesta y le jodía muchísimo.

- Ellos tienen sentimientos, razonan, piensan, se cuestionan cosas. Eso es suficiente para tratarlos de igual.

- Ellos no se cuestionan las órdenes de sus amos. La sumisión forma parte de ellos.

- Yo también podría ser sumiso y eso no me convierte en inferior. - Se sonrojó por lo que había dicho, maldiciendo en susurros a su amigo.

- Dejaré eso a un lado, por ahora. ¿Te gustaría tener tu propio híbrido?

- Sí, obviamente. Ya le dije que es mi fantasía.

- ¿No es eso tratarlos como un objeto? Usted quiere satisfacer sus fetiches sexuales y para ello hace uso de un ser en parte humano.

- Es más complicado de lo que usted cree. - Ken rió y decidió seguir más allá.

- Entonces, su fantasía consiste en tener sexo con un híbrido. ¿Qué es exactamente lo que le erotiza de penetrar a un... Gato? Por ejemplo.

- Yo no quiero penetrar a los híbridos...

- ¿Y en qué consistiría la actividad sexual? - Ken se preparó con su bolígrafo sobre su cuaderno para tomar unos cuantos apuntes más sobre Kim Seokjin.

- Yo... Agh, ¿tengo que decirlo?

- Bueno, no voy a obligarte con una pistola en la sien para que me lo digas, pero no me pagas una buena suma por hora para censurarte, ¿verdad?

- Esta bien... Yo quiero que un híbrido lobo me penetre y someta a mi... ¿Contento? - Seokjin estaba realmente avergonzado, sus mejillas ardían y realmente tenía ganas de golpear a su psicólogo.

- Ya veo... ¿Es usted masoquista o ha realizado alguna práctica sadomasoquista alguna vez? - Negó mirando a la nada y pensando en lo bueno que sería que eso ocurriera. - ¿Tiene conocimiento de que existe una web de venta de híbridos?

- Algo he oído, pero el Gobierno sí ha decidido que eso es ilegal, por lo que me he abstenido a visitar esa página web.

El reloj en su mesa de trabajo avisó que la sesión había finalizado. Seokjin se despidió con un gesto y avanzó hasta la salida, hasta que escuchó a su amigo aproximarse a él.

- Seokjin, quizá no deba decirte esto como psicólogo, pero como tu amigo debo decirte que... - La irritante pausa de Ken le ponía de los nervios y se preguntaba por qué ese idiota se dedicaba a ayudar a la gente con su salud mental.

- ¡Venga, idiota!

- Calla, no grites. Debo decirte que yo sigo he entrado en esa web.

- ¿¡Qué!? - Sujetó a su amigo de los hombros y le zarandeó totalmente sorprendido. Ken le mandó a callar de nuevo y bufó de nuevo aceptándolo. - ¿Pediste un híbrido?

- Sí. Pero no me gusta el que llegó... ¿Te gustaría quedártelo?

- No me estarás tomando el pelo. Te golpearé si es así.

- Hablo en serio Seokjin, si lo quieres esta misma noche lo tendrás en casa.

- Sí, lo quiero.

Wolf cries [ 남진 ] " Hybrids „ Three-shot Donde viven las historias. Descúbrelo ahora