Capítulo 13

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Estoy a metros de llegar a la calle principal del pueblo llamado Wish y la estatua del fundador ha desaparecido. La voz de la mujer se hace presente. Fidget dice palabras inconexas. Es hora de guiarme por mi intuición. Las joyas desparramadas y sus pequeños destellos me ayudan a encontrar las partes faltantes. Su restauración produce que la puerta del pueblo se abra mágicamente. Además, las joyas de ensueño de Aeval se van completando. No sé que haría sin ellas. El silencio me produce una sensación de soledad. Primero extrañaba a Lyra y ahora, aunque parezca mentira, a Herbert ¿Acaso no puedo extrañar a una planta?

El Despertar de Faye (Crónicas Oníricas #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora