EXTRA #3

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Extra #3: Sobre dosis de protección.

—Oh Dios —dijo una vez más Dalia mientras veía a Thomas acostado en la camilla.

Hace unos quince minutos el chico había caído desmayado al saber que sería padre. La primera reacción de Dalia fue gritar, luego llorar y finalmente reír de él.

—Tranquila, es común que le pase esto a padres primerizos, más a los hombres—dijo dulcemente la doctora.

Dalia asintió acariciando la mano de su novio. Ella guió su mano hasta la parte baja de su abdomen y la poso ahí, acaricio levemente y sonrió.

La doctora salio de la consulta para darle privacidad.

—Hola pequeño o pequeña, tu padre se ha desmayado al saber que venías en camino—hablo Dalia acariciando su abdomen—. Pero tranquilo, él sera buen papá. Solo que es un poco emocional para sus cosas pero es un gran hombre y lo amo demasiado...

>> Tendrás unos padres muy locos con una historia de amor que algún día te contaremos. A veces me preguntó como es que me quedé con este chico tan arrogante y egocéntrico. Pero a pesar de ser un engreído me encantaba, me encantaba porque no solo me gustaba, estaba terriblemente enamorada de Thomas de una manera tan... Bohémica. Y ahora luego de todo lo que hemos pasado vienes tú, pequeñin a darnos una experiencia que Adoraremos aunque tu padre sea un emocional engreído. Que lo amo demasiado.

Sorbe su nariz y sonríe en medio del llanto que se le había escapado a Dalia al decir esas palabras. Se escucha un suspiro y luego Thomas gira su cabeza con los ojos brillando.

—A veces me preguntó que hice para merecerte, nena—dice y lame sus labios—Sin duda somos uno, uno de esos que no se separan.

~*~

—Hola am... ¡¿Que estas haciendo?! —grita Thomas entrando al departamento. Dalia esta haciendo yoga para embarazadas.

Ella para el vídeo y suspira. Sonriente se acerca a su novio y deposita un suave beso en sus labios.

—Tranquilo Thomas, es yoga para embarazadas—le dice riendo.

Hace dos meses que supieron que serían padres y Thomas a estado muy sobre protector con ella. Pero es algo que realmente se ve adorable.

Dalia camina hasta la cocina y le sigue el chico dejando las bolsas en la encimera.

—¿No le hace mal al bebé?

—Claro que no, por algo se llama yoga para embarazadas—le da una mirada reprobatoria—¿Trajiste lo que quería?

Thomas sonriendo se acerca a Dalia y deposita su mano en la cintura y se acerca hasta besarla. Sus labios se mueven en sincronía y gracias a las hormonas de Dalia, Thomas a salido muy beneficiado.

—Claro que he traído lo que quieres, nena—dice y empieza a sacar las cosas—. Aceitunas, pepinillos con mostaza, un melón y avena.

—¡Uh uh!

La castaña alcanza un pepinillo y se lo mete a la boca. Gime de satisfacción cuando siente el ácido sabor en su paladar. La mirada del castaño se torna oscura.

—Eso se ve comprometedor—habla y acaricia el brazo de su novia.

Ella le da una mirada coqueta y deja la mitad del pepinillo a un lado.

—Ah que sí, amor—responde.

Ella envuelve sus brazos alrededor del cuello de él, Thomas se acomoda en medio de sus piernas y sonríen mutuamente cuando sus cuerpos reaccionan de manera placentera.

—Me encanta como las hormonas funcionan en ti, nena—susurra Thomas antes de tomarla por los muslos obligándola a que enrolle sus piernas a su cadera.

Con las manos inquietas quita la blusa holgada que cubría el torso de ella y empieza a dejar una estela de besos. Esta saca la playera de su chico haciendo que el calor aumente mucho más.

Y se pierden por la habitación.

LimonadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora