Esta historia está dedicada a las personas cansadas de la rutina y que odian encontrarse lo mismo de siempre en cualquier momento o lugar de sus vidas...
Viajamos a una realidad fantástica, dimensión distinta donde la ceración tomo otro curso. Dond...
Me llamo Mikel y esta es mi historia, soy un chico de 12 años que vive en el bosque... Pero antes, no hablemos tanto de mí... Quiero hablar de la catástrofe que dio el por qué termine aquí.
Hace unos años, este reino era un muy bonito lugar y la maldad no existía, todos éramos felices, todos teníamos derechos por igual todos nos llevábamos bien... O al menos hasta que la gran catástrofe ocurrió. La misma que nos hizo vivir en el exilio.
Mi nana nunca accedió a decirme nada más; no conozco lo que ocurrió afuera ¿Qué he de pensar de ello? No lo sé... Solo sé que es algo malo. Muy malo.
¿Con respecto a mi origen? Se que mi padre y madre eran unos poderosos magos que trabajaban por la seguridad del reino en el ejército. Siempre eran elogiados y aclamados por ser grandes maestros en sus doctrinas...
Teniendo en cuenta todo esto, deben imaginar que soy un gran mago invencible y adiestrado en todos los elementos existentes por puro talento natural... ¿no es así? Pero no... Prácticamente no se absolutamente nada de magia, jamás he hecho un hechizo ni me han explicado nada referente al tema jamás. Mi nana siempre dice que todo a su tiempo, pero al mismo tiempo no deja de utilizar hechizos para facilitar su vida diaria
Como decía hace ya rato, vivo en una zona perdida, somos prófugos. Nunca se me dijo por qué lo somos. Vivimos en una pequeña cabaña hecha en casi su totalidad con madera de roble, algo envejecida por los años, ubicada en un muy profundo claro del bosque perdido. Se le conoce de esta forma debido a que, según la leyenda, los antiguos grifos que aquí vivieron imbuyeron estos árboles con magia, lo que desorienta a las personas que vienen acá, haciendo que se pierdan por siempre. O asi se dijo siempre entre la gente del difunto reino. Solo me he perdido un par de veces, por lo que podría decir que soy tan bárbaro como los grifos de las leyendas.
Aunque nuestra casita sea pequeña; por dentro es muy cómoda, al frente tenemos un campo de entrenamiento para hechizos que construimos los dos, aunque ni lo use, Ella dice que es para mí y que en algún momento será mi lugar más frecuentado. Aunque no tengo ni la más mínima idea de para cuando llegara ese día.
En la zona trasera tenemos un pequeño huerto con algunas siembras de frutas y verduras que no suelen darse con frecuencia en estado salvaje en este bosque, así como hierbas medicinales.
Y para un par de kilómetros de aquí está el lago, del que tomamos el agua que utilizamos para subsistir, también nos solemos bañar ahí en ocasiones. No es como que tengamos la vida más entretenida. Cosa que si me han hecho ver de sobra son algunos escritos y no me niego porque tampoco tengo mucho que hacer...
Libros sobre mitos, leyendas, historias de la fundación del reino, cultura, cálculos, recetas mágicas y otras cosas más. Odio cuando me toca cocinar. Jamás me quedan tan ricas las comidas como a Nana...
En este pequeño y cercado mundo, lugar en el que me crie; nos hemos ocultado durante años sin problemas...
Cumplí 12 Años hace una semana, huérfano; ¿bastardo? Pues no tuve la oportunidad de conocer a mis padres y las historias que me cuenta Nana sobre ellos son muy vagas, sin contar que el mundo a un poco más de cien kilómetros a la redonda de la cabaña no existe afuera. Este claro es un pequeño bunquer del apocalipsis.
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