Capítulo II

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Dejo la camioneta en el espacio destinado. Me bajo cansado, alcanzo a ver las luces de la sala encendidas. Abro la puerta y al asomarme veo a Tom sentado en uno de los sillones con su guitarra. El alza la vista al escuchar mis pasos y deja de tocar inmediatamente.

–Me abandonaste... –Dice advirtiéndome con el rostro sin expresión–. Por una chica.

El comentario me hace sonreír sin miedo.

–Lo sé –Camino hacia su dirección y me siento a su lado suspirando.

–¡Mierda! Si no es por que te conozco mejor que nadie, agradezco no haberme acostado con ella. –Un incomodo sentimiento me embarga y hago una mueca que no es nada agradable.

–Deja de decir estupideces, no hagas que me caiga de la nube en la que estoy metiéndome esas cosas –Tom deja ese lado serio y sonríe burlonamente.

–¿Enserio Bill? –Me mira fijamente–. ¿Crees que no me di cuenta? Querías matarme, lo cual me sorprende. Me desconociste por un segundo –Bajo la mirada y me enfoco en cualquier cosa menos en su mirada inquisidora.

–¿Fue muy notorio? –El aprieta los labios cuando levanto los ojos de nuevo a su dirección, el suspira.

–Demasiado –Mis hombros se tensan y me paso los dedos para acariciar mi barba.

–Me gusta –Digo de repente.

–Lo sé –Mi hermano se rasca la nuca y contesta tranquilo.

–Y me siento estúpido... –El alza las cejas sorprendido mientras dirijo la mirada a mis manos.

–¿Estúpido? Deja de decir ridiculeces –Niega en repetidas ocasiones–. Dame una razón por la que te sientas estúpido. Solo una... Ahora.

Me quedo callado unos segundos, el carraspea invitándome a continuar.

–Creo que hice demasiado por querer llamar su atención que quería deshacerse de mi.

–¿Le propusiste tener sexo? –Tom ríe burlonamente y ruedo los ojos con fastidio. Se que se ha dado cuenta de su cuestionamiento, el sabe que es difícil para mi.

–¡Por supuesto que no! –Me llevo una mano a la frente en señal de fastidio.

–Ya lo sabía –ríe tomando su guitarra para dar un acorde– ¿Entonces? –Lo miro fijamente.

–Esa chica parece vivir bajo una piedra, es demasiado... –Me quedo callado intentando buscar un adjetivo.

–¿Normal? –Me pregunta tratando de adivinar quitándome la palabra de la boca y asiento.

–Demasiado normal –Agrego–. No entiendo que hace codeándose con gente como Michelle, tiene un negocio propio y una casa modesta.

–¿Y es por eso que te sientes estúpido? –La pregunta de Tom es bastante directa, siempre tratando de buscar el lado lógico de todo. Me encojo en hombros.

–Algo –Confieso–. Sin embargo me arriesgué, la invité a tomar un café y su respuesta fue... no lo sé.

–Billy... –Mi hermano me dedica una mirada condescendiente–­. ¿Te rechazó?

–No lo sé, primero dijo que no y después dijo que si. No estaba tan entusiasmada como yo, pero me dio su numero telefónico ¿Crees que debería hablarle para preguntar?

–No, no lo hagas. Espera unos días –Hago una mueca poco convencido por su respuesta.

–No creo poder esperar tanto –Tom vuelve a dar otro acorde.

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⏰ Última actualización: Oct 26, 2016 ⏰

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