-Ya le preguntaré a mis hermanos si han venido o ha estado alguien aquí -me digo a mí misma mentalmente.
Camino con cierta inseguridad intentando acortar mi estancia aquí lo más posible. Recorro a toda prisa el resto de habitaciones. El sonido de mis pasos se ha vuelto molesto para mí, tengo la sensación de que alguien podría estarlos oyendo y me resultan muy incómodos. Intento inconscientemente no hacer ruido.
Entro en la habitación que ha sido de mi abuela mientras estuvo en vida. Enciendo la luz metiendo la mano dentro de la habitación y pulsando el interruptor, con mi cuerpo fuera de la estancia. En el momento de encenderla, me encuentro la habitación toda revuelta, con la cama boca abajo, sobre el colchón. Es raro, esta habitación no la usa nadie desde que la abuela murió.
¿Qué ha pasado aquí?, ¿Han venido a robar? Me giro y miro hacia fuera, intentando asegurarme de que no haya nadie en la casa. El silencio es absoluto. Me asomo al pasillo con cuidado, pero parece que no hay nadie más aquí. Como esta habitación es una de las últimas del piso, decido recorrer las dos que me quedan a toda velocidad para comprobar todas las estancias y quedarme con la seguridad de que nadie más está ahora mismo aquí. Camino a toda prisa y entro en ellas, mirando a su interior rápidamente para ver que efectivamente, aquí estoy sola.
Con bastante intranquilidad vuelvo a la habitación de la abuela. Estoy deseando marcharme, pero no puedo dejar esto así para los que vienen a comprarla. No puedo dejar la habitación hecha un desastre,así qué me dispongo a arreglar un poco el caos de esa habitación para que esté presentable, con la cama del revés daría muy mala impresión. Cojo el somier y lo apoyo en una pared, mirando continuamente por la puerta hacia el exterior. Después, en movimientos torpes, quito el colchón del suelo, dejándolo apartado en la otra pared para tener espacio. Una vez colocado en su sitio el somier, comienzo a arrastrar el colchón por el suelo hasta que consigo subir parte de él al somier,la cama es demasiado grande. Maniobro con el colchón para irlo colocando en su sitio poco a poco, noto debajo de mi mano algo muy duro. Está dentro del colchón.
-¿Qué es esto? -estoy deseando marcharme de aquí, pero la curiosidad me puede. Podría ser dinero. En los pueblos tenían la costumbre de esconder el dinero en los colchones en vez de llevarlo a los bancos. Busco la abertura del colchón y deslizo su cremallera. Introduzco mi mano hacia el interior, hasta que toco algo muy grueso. Comienzo a dar tirones y, en cinco tramos, extraigo esta cosa del colchón y la dejo sobre el colchón.
Todavía de rodillas veo que es un libro muy antiguo. ¡Qué bien! Podría ser valioso si lo vendemos. Cargo con él con los dos brazos, es enorme. Abandono la habitación apagando torpemente la luz, el libro no me deja maniobrar bien.
Bajo las escaleras poco a poco, y alcanzo el hall. Miro alrededor, comprobando que no hay nadie en la casa. Me deslizo con cuidado, para hacer poco ruido. No sé por qué, pero me quedo con esa sensación de que me siento más segura si camino despacio. Dejo la casa por fin y cierro la puerta. Mientras giro la llave, el pomo se baja suavemente, como si alguien lo hubiese pulsado desde el otro lado. No se gira del todo, sino que se inclina muy poco, como si fuese una ligera presión. Giro la llave a toda velocidad y la extraigo. En ese momento, el pomo se libera, vuelve a su posición original y yo siento un escalofrío.
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Te vemos
ParanormalDicen que existe una forma de abrir una puerta para traer espíritus a la Tierra. Dicen que si lo consigues, pueden hacer cosas increíbles. Existe un libro, que te explica exactamente cómo llamarlos, que ellos están ahí y pueden verte. Pero... ¿quién...