A cada día le sigue su noche, a cada llanto una sonrisa y a cada nacimiento una muerte.
Mi papá decía que hay que celebrar las bodas con muchas sonrisas y una lágrima, la sonrisa es para la buenaventura y la lágrima para acordarnos que la vida no es eterna, y decía que en los funerales había que llorar con muchas lagrimas y una sonrisa, la sonrisa para acordarnos que en la vida todo es una rueda, que lo que nace, nace para morir y lo que muere, muere para nacer.
Pero no hay que ir a las bodas pensando en funerales, ni a los funerales pensando en bodas, a la vida hay que aceptarla como es, con su día y su noche, con su llanto y su sonrisa.
Hay que aceptar la vida como es, con sus bodas y funerales.Jazmín Romero