Plantar un árbol, tener un hijo y escribir un libro

39 1 0
                                    

Me gusta estar a lado del camino, me gusta pensar que la vida es un gran cuento escrito por un gran creador, éste creador sueña para nosotros aventuras, lugares exóticos, amores únicos, y nosotros como actores sólo debemos entregarnos a ese gran cuento y fluir.
A veces el creador complica la trama, nos pone en situaciones extremas y me gusta pensar que todo tiene un sentido, un para que.
El arte trabaja con claro-oscuro, para que exista la luz se necesita oscuridad, para valorar la alegría se necesita tristeza.
Nos cuesta aceptar las maravillas que el creador nos regala, buscamos la felicidad pero no creemos en ella, le miramos los dientes al caballo regalado e interferimos en el cuento.
Hay que aceptar el rol que el creador nos da en su cuento y ocuparlo porque ese rol es el mejor para nosotros, y amigados con el cuento sabes que avanzamos hacia un final feliz.
El creador ama los finales felices, si nos entregamos al creador y permitimos que cuente su cuento a través de nosotros, nos llenará de maravillas y habrá cada día un final feliz, solo nos pide a cambio que demos testimonio de su evento, que dejemos un legado para los que vendrán y sigan este cuento eterno.
Plantar un árbol, tener un hijo y escribir un libro se supone que son las cosas que todo hombre debe hacer, son legados, testimonio de nuestro paso por el cuento.
Nos pasamos días, meses o años buscando ese algo que nos haga feliz sin darnos cuenta de que lo tenemos, de que la vida nos fue llevando a momentos de felicidad.
Si uno lo permitiera la vida nos llevaría por el camino que queremos caminar, pero nos cuesta confiar, nos cuesta darle la mano a la vida y dejarnos conducir y es tan sensillo, solo se trata de soltar los amarres y dejarnos llevar, dejar que el viento nos lleve a donde debemos ir, porque cuando uno está en el lugar que debe estar, todo fluye, todo es como debe ser.
La felicidad de cada uno esta cerca, al alcance de las manos, la buscamos afuera, lejos, pero esta muy cerca, tan cerca que a veces no la vemos.
La vida está llena de señales que nos conduce a nuestra felicidad, solo hay que poder verlas.
El creador sabe como contar su cuento, nos da la sed para después darnos el agua, nos da la tristeza para después darnos alegría, nos da la soledad para después darnos el amor, nos hace caminar por la oscuridad para llegar a la luz.
El creador sabe mover las piezas del rompecabezas, tiene el hilo que une los pedazos, si se lo permitimos el creador conduce a cada uno hacia su felicidad.

Nicolas B.

La Vida En Pocas Palabras..Donde viven las historias. Descúbrelo ahora