Mi Lobo Blanco [En Edición]

III

Editado

A medida que Jazmín y el lobo blanco continuaban explorando su vínculo, la complicidad entre ellos crecía día a día. Aunque Jazmín era solo una niña, su conexión con el lobo trascendía las barreras del tiempo y la edad, creando un lazo único y profundo.

Con el paso del tiempo, Jazmín comenzó a comprender mejor los sentimientos que albergaba en su corazón. Aunque era joven e inexperta en asuntos del corazón, no podía negar la sensación de calidez y alegría que experimentaba cada vez que estaba cerca del lobo.

Sin embargo, también era consciente de los desafíos que enfrentaban como amigos. La sociedad los veía con desconfianza, y las normas sociales prohibían cualquier tipo de relación entre una niña y un lobo. A pesar de ello, Jazmín se aferraba a la esperanza de que su amistad pudiera superar cualquier obstáculo que se interpusiera en su camino.

Una tarde, mientras paseaban juntos por el bosque, Jazmín y el lobo se detuvieron en una pequeña pradera bañada por la luz del sol. El ambiente era mágico, y Jazmín se encontró mirando al lobo con una mezcla de ternura y admiración.

—Eres muy especial para mí, amigo —dijo Jazmín, su voz suave y sincera—. Aunque el mundo nos rechace, siempre estaré aquí para ti.

El lobo la miró con gratitud, sus ojos verdes brillando con amor y afecto. En ese momento, Jazmín supo que su conexión con el lobo era más que una simple amistad. Era un lazo eterno que trascendía las palabras y las normas sociales, un lazo que los uniría para siempre en el corazón.

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A medida que los días pasaban, el lobo blanco comenzó a sentir el peso de la responsabilidad sobre sus hombros. Aunque su conexión con Jazmín era innegable, no podía ignorar las dudas que albergaba en su mente. Jazmín era solo una niña, y él temía que su amor por ella pudiera ponerla en peligro.

Una noche, mientras Jazmín dormía plácidamente en su cama, el lobo blanco se acercó a su ventana y la observó con tristeza. Sabía que tenía que tomar una decisión difícil, una decisión que cambiaría el curso de sus vidas para siempre.

Con el corazón lleno de pesar, el lobo blanco decidió dejar a Jazmín para que pudiera crecer y madurar en paz. Sabía que era lo mejor para ambos, aunque el dolor de la separación lo consumía por dentro.

Antes de partir, el lobo blanco se acercó a Jazmín y depositó un suave beso en su frente. Susurró palabras de amor y promesas de regresar por ella algún día, cuando estuviera lista para aceptar su destino.

Jazmín despertó al sentir el roce del beso en su frente, pero para entonces el lobo blanco ya se había ido. Miró por la ventana y vio la figura solitaria del lobo desvaneciéndose en la oscuridad del bosque, dejando atrás un vacío en su corazón y una promesa de amor eterno.

Aunque el dolor de la separación era abrumador, Jazmín sabía que algún día volvería a encontrarse con su amigo de cuatro patas. Mientras tanto, llevaría consigo el recuerdo de su amistad y el anhelo de un reencuentro que cambiaría sus vidas para siempre.

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En el próximo capítulo Jazmín ya será adulta 😍😍

Thairax.