Escucho los pasos de mi padre al otro lado de la puerta de mi cuarto, seguro se estaba arreglando para ir al trabajo. Observo el despertador que esta en la mesita de noche que tengo a la derecha y veo que son la 6:30 am. Uhg… Muy temprano, así que solo me coloque la almohada en mi cara para poder quedarme dormida de nuevo, cuando ya estaba agarrando el sueño, escucho que golpean la puerta suavemente y escucho la voz de mi padre.
- Katrina, cariño. ¿Estas despierta? – Me pregunta a través de la puerta. Estoy tentada a hacerme la dormida, pero en el último minuto me decido por responderle.
- Si papá, estoy despierta, pasa – Le dije mientras me quitaba la almohada de la cara y veía como papá entraba y se sentaba al borde de mi cama.
- Mi niña, hoy no voy a llegar a dormir, tengo un caso que se ha venido complicando y necesitamos resolverlo pronto. – Me comento.
Papá es un oficial muy importante dentro de su ámbito de trabajo, antes el era militar, teniente para se exacto, siempre iba al campo de guerra con su pelotón, hasta hace 5 años que fue llamado de nuevo al país ya que mamá y yo habíamos sufrido un accidente, de carro y que trágicamente mamá murió en el. Estuve en como por 4 largos meses, por un severo traumatismo craneoencefálico. Desde entonces papá pidió cambio a trabajo de oficina. Aunque trabajo de oficina no era exactamente a lo que el se encargaba. El cazaba a los narcos de la cuidad, sus palabras no las mías. Así que ya estaba acostumbrada a quedarme sola.
- Okey, no te preocupes llamare a Moni y la invitare a la casa a ver unas películas y le preguntare para que se quede. - Moni es mi mejor amiga, mi hermana. Nos conocemos desde pequeñas desde que estábamos en preescolar. Papá la quería como a la segunda hija que nunca tuvo, y yo soy igual para la familia Colleman, la familia de Mónica.
- Bien, entonces te dejo dormir tranquila, cualquier cosa que necesiten me avisan. – Antes de irse se inclino y me dio un beso en la frente - Nos vemos pequeña.
Una vez la puerta cerrada, me tumbe de nuevo en la cama y me arrope hasta la cabeza, cerré mis ojos y me deje llevar por el sueño.
A lo lejos escucho el tono de llamada de mi teléfono, poco a poco abro mis ojos, como pude, alargue mi mano hacia la mesita de noche, tomo el teléfono, presiono contestar y me lo llevo al oído.
- ¿Hola? - respondo semidormida.
- ¡HOLA! Bella durmiente, tu papá me llamo y me conto tus planes. Dame 2 horas y soy toda tuya - Moni, mi querida y escandalosa hermana postiza. - Así que prepárate, que tenemos ¡Noches de chicas!
- Bien, entonces te veo en 2 horas - le dije mientras ella murmuraba un Okey y un nos vemos alegremente y terminaba la llamada. Solté un suspiro y mire la hora del teléfono.
Eran las 11:47 am. Había dormido 5 horas con 17 min. Y aun seguían con sueño pero tendría que levantarme. Me estire en la cama como un gato y luego de un salto salí de la cama. Me dirigí al cuarto del baño. Me di una ducha larga, luego me cepille los dientes y me peine mis cabellos salvajes. Busque entre mi ropa algo cómodo y escogí unos blue jeans, una camisa negra y botines negros. Luego me recogí mi cabello en una cola, salí de mi cuarto baje las escaleras y me dirigí a la cocina. Tome un par de tostadas y les coloque mermelada de guayaba. Me senté en la isla de la cocina y encendí el televisor. En ese momento estaban dando las noticias y subí el volumen porque una de ellas me llamo la atención y trataba, según algunos testigos, de carreras clandestinas. Según a horas de la madrugada a eso de las 2:45 am, un gran número de chicos estaban reunidos en la Av. Polwer que conectaba con la autopista Reenword, y estaban llevando a cabo las carreras de autos e incluso de motos, mientras bebían y tenían música a todo volumen. Muchos de los vecinos de esa zona estaban reclamando a las autoridades para que lograran poner orden a ese grupo de rebeldes. Suspirando apague el televisor, tome mi libro “Eleanor & Park” de Rainbow Rowell, que ya estaba terminando de leer, y salí al porche que tenia vista al jardín y me senté en unas de las sillas que había en el porche.
Este libro era uno de mis favoritos, especialmente porque los protagonistas no son los típicos seres perfectos de las demás novelas, me encanta la sencillez con la que escribe la autora, como expresa lo que se siente cuando se encuentra con su primer amor. Me he leído este libro como unas 4 veces y aun sigo sin poder evitar, sonreír como una tonta y llorar cuando se acerca el final de la historia. Esta novela además de ser hermosa también es triste, ellos saben que el primer amor no es para siempre, pero aun teniendo eso en mente luchan por hacerlo posible. Y ya cuando llego al final de la historia siento mi corazón quebrase (otra vez) en miles de pedacitos y no puedo evitar que las lagrimas se deslicen por mi cara. Moni siempre me decía que dejara de leer el libro, que cada vez que lo leía me deshidrataba y que de algún modo me cerraba. Para ser sinceros, no entiendo lo que me quiso decir con lo último, cuando se trata de chicos siempre he sido un poco recelosa, he besado a chicos, he salido con ellos, pero ese sentimientos que debería sentir, el de ser elevado al cielo cuando sientes las acaricias o un beso de esa persona especial para ti, no lo he conocido. Y tampoco quiero conocerlo, porque me da miedo y tampoco quiero experimentar el dolor que traerá consigo porque “No hay amor sin dolor” y yo, con mis 17 años, no quiero sentir eso. Se que muchas personas pensaran que soy rara, incluso Moni, pero en mi opinión es mejor así. Cierro el libro y lo llevo a la pequeña biblioteca que tenía en la sala, cuando de pronto escucho el timbre.
Me dirijo a la puerta y veo a Moni al otro lado, por lo que le abro y la dejo pasar. Ya dentro de la casa se me lanza encima para darme unos de sus abrazos de OSOS, dejándome sin respiración, cuando se aparta la veo bien arreglada, últimamente se veía más radiante sus ojos tenia un brillo especial y estaba mucho más arreglada. Mónica, es una chica muy simpática y atractiva, de cabello rubio y ojos azules, su cara en forma de corazón, y su cuerpo estaba lleno de curvas, su estatura era de un promedio normal.
- Vaya, te ves estupenda en esta tarde – Le digo, mientras la miraba de arriba a bajo, ella solo sonta una risita y negó con la cabeza. – Así que ¿Cuando me vas a presentar al chico que te trae de cabeza?
- Pronto, muy pronto – Me dijo ella con una sonrisa traviesa, ante ese gesto enarque la ceja. Algo se traía entre manos y por lo que veía no me iba a gustar. – ¡Hay por dios Kat! No pongas esa cara, luego te presentare a Ian, hoy es día de chicas, así que prepara las palomitas que en vez de películas tenemos un maratón de ¡Gossip Girl!
Y así, pasamos toda la tarde y parte de la noche viendo Gossip Girl, hasta que Moni recibió una llama, cuando vio quien era, salto del sofá y se dirigió al porche, yo por mi parte le puse pause y me dirigí al baño. Me eche agua en la cara, para despertarme y me solté el cabello, cuando Salí vi a Moni que me esperaba recostada en la pared jugaba con su teléfono de manera nerviosa, y cuando me vio salir del baño me sonrió aunque pude apreciar que estaba nerviosa.
- Tu me dijiste que quería conocer a Ian, así que ha llegado la hora de que lo conozcas – Me dijo ella, y yo volvía repetir el mismo gesto que le hice esta tarde mientras cruzaba mis brazos.
- ¿Esta noche? ¿En este momento? – Le pregunto suspicaz
- Si, vamos a salir esta noche. Y no voy aceptar un no como respuesta, vamos Kat esto va a ser divertido. – Miro el reloj y veo que son la 10 pm
- ¿Vamos a una fiesta acaso?, es muy tarde – Le dije mientras señalaba con mi cabeza al reloj que había en la pared de la sala.
- Algo asi, anda busca una chaqueta que nos vamos.
- Yo no he dicho que iba – Le dije.
- Kat, por favor, no te hagas de rogar nos vamos a divertir, tu papá va a estar fuera, estamos de vacaciones, tenemos que disfrutar mientras duren, y no sé tu, pero a mi ya me duele el trasero y ya no voy a soportar un capitulo más de Gossip Girl por muy guapo que este Nate Archibald. Sabiendo que esta batalla esta perdida, me dirigí escales arriba hacia mi cuarto y busque mi chaqueta negra de cuero y luego regrese con ella. – Bien nos vamos en mi auto, te prometo que nos vamos a divertir.
Y luego nos dirigimos a esa “fiesta” para conocer el misterioso novio de mi hermana postiza. Sin saber que esa noche iba a ser mi perdición, mi infierno personal.
ESTÁS LEYENDO
¿Tú y yo?: Mala combinación
RomanceMi padre siempre me dijo "Que la curiosidad mato al gato" yo siempre tome ese refrán a la ligera. Desde pequeña, siempre fui curiosa. A todo le buscaba sentido o alguna explicación. El siempre me decía que yo era el gato, y yo tomaba sus palabras en...