— Ya empezamos con los truquitos psicológicos. —respondió mientras amagaba con mirar hacia atrás, pero sin llegar a hacerlo, y acelerando un poco el ritmo para estar a la altura de Hal.
— En serio Ian, antes de que me salpicarais con la sal, vi que se movía algo a la derecha, ahora no estoy seguro de si me salpicasteis vosotros o alguien me lanzó la sal a la cara. —decía todo convencido.
— No seas paranoico, creo que la conciencia te está traicionando, te sientes culpable por lo de Alex, y ahora crees que los males que te pasan son por ello.
— Ya verás, vamos a pararnos y no hacer ruido cuando diga truco en ingles. —y mirando a Ian dijo— Trick — los dos frenaron de golpe, y miraron hacia atrás, si hacer el menor ruido, solo se oían las ruedas de la máquina de Owen unos metros más adelante. Iban enfocando con las linternas a izquierda y derecha, pero la luz no daba para tanto, solo para ver a unos diez metros.
— Mira, mira ,allí —le decía Hal a Ian, señalando una sombra que se movía entre las luces.
— Soy tu sombra ASESSINAAA, ja ja ja —se reía Ian mientras hacía sombras con los dedos y su linterna, y Hal se quedó mirándole con ganas de ser la sombra asesina y estrangularle.
— ¡A QUE ESTAIS ESPERANDO! —gritaba Owen unos treinta metros más adelante.
— Jilipollas —le dijo un serio Hal a Ian, empujándole con la mano, mientras volvía a pedalear, acelerando y dejando atrás a Ian, este volvió a girar hacia atrás enfocando a todos los lados y no viendo nada, se giró hacia adelante para reemprender la marcha, el empujón casi le tira al suelo, se ajustó los pedales.— Crack —se escucho el crujido de una rama detrás de él, no se atrevió a volver a mirar atrás, se incorporó y se puso a pedalear rápidamente, para alcanzar al resto.
— Escuchar, no fue por aquí donde detuvieron a aquel asesino de niños — decía Ian alzando la voz mientras les daba caza.
— ¿"El Repetido"?, le llamaban —respondió Hal.
— No, el que digo era un pedófilo, cuando le detuvieron, tenía un cuchillo con sangre y encontraron un hombre muerto. Primero dijo...
— Yo no he sido, me lo encontré, no es mío. —decía con tono inocente.
— Eso se lo dirás al juez, venga, agacha la cabeza. —le decía el policía, mientras le metía en el todoterreno.
— Volveré a por vuestros hijos, nadie saldrá vivo, LO JURO!!!
— No aquí no fue, le cogieron más adelante. —puntualizó Owen.
— Y ese ¿Repetido? ¿Quién era? —preguntó Ian.
— Si hombre, decía que el camino estaba embrujado, que había entrado en un agujero espacial, en el Km 3. — respondió Hal.
— ¿Y a que viene esto?, ¿no pensareis que me vais a meter miedo?, aquí los acojonados sois vosotros, panda de nenazas. —decía Owen molesto.
— Eso Hal, has empezado tú, y tu historia de haber visto sombras antes cuando lo de la sal.
— A sí, ya me dirás tu qué coño hacía tanta sal por el camino, por aquí no pasan camiones, ni viejecitas con carritos de la compra, llenos de sal. Si te digo que vi algo moverse, no fueron alucinaciones.
— Hombre, hablando de alucinaciones, no habrás venido puesto. —dijo Ian, a lo que Hal empujándole con la bici, haciendo que frenara, y cayendo los dos, le cogió del pecho
— Hoy no has sido buena Annie. —decía Annabelle— No me has invitado a tu fiesta. Eso no se hace con las amigas.
— Que sed me está entrando, estas palomitas están buenísimas. —decía Alex, sentado en su sillón— esta peli es más mala que el muñeco diabólico. —y se fue a la cocina, abrió la nevera, cogió una botella de agua mineral y volvió al salón, se sentó en el sofá y pego un trago de la botella.
— Mira lo que hago con tu pelo. —decía Annabelle mientras le cortaba un mechón de pelo, y la niña lloraba.
— ¿Y esta peli es para mayores de 16 años? Si es una muñeca de juguete! —decía mientras alargaba la mano hacia la mesita buscando las palomitas. —¿Y las palomitas? ¿Donde están? Annabelle, te estás portando mal.—iba diciendo mientras miraba alrededor pero no las vio— ¿dónde has dejado mis palomitas Annabelle?
—Están en la mesa, ¿no las ves? —le dijo desde la cocina.
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Road Tales - Oscuridad
Mystery / ThrillerEn la carretera de las aguas, no siempre es de día, y cuando es de noche no siempre hay luna llena. Y la oscuridad cae como una losa para aquel que se aventure por sus caminos, sobre todo para aquellos que tienen alguna deuda pendiente. Tres colegas...