KM 4

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— Ya las veo Greta —respondió su madre, que estaba en el comedor preparando la mesa, mientras Greta ayudaba a Jack con las manzanas caramelizadas.

— Hans no te infles con las palomitas ahora, que luego no tendrás hambre, te van a sentar mal —le decía su madre— anda ven y ayúdame con la mesa.

— Ahora voy mama, pero voy a la cocina que me ha entrado sed —respondió Hans.

— COF, KOF, KOF —Hal se puso a toser, y antes de poder decir nada, ya había llegado Owen para separarlos.

— ¿Pero que estáis haciendo, parecéis niños? ¿Qué os pasa? Vamos a relajarnos un poco vale, hemos venido a pasarlo bien. Haremos esto, tu Ian te adelantas y nos esperas en el Km 5, nosotros iremos detrás de ti.

— Vale pero me llevo uno de los SVA —aceptó pensando que así tendría algo de ventaja, aunque tuviera que ir solo, ellos venían por detrás, no habría problema.

— Toma, y no lo rompas que mañana los tendré que dejar donde estaban. —Hall le dio uno.

— No, ese no, cogeré este otro. —decía Ian mientras le miraba a los ojos, y hacia como que dudaba a la hora de coger uno de los otros dos que quedaban.

— No hay problema Ian todos son iguales, anda vete ya, no perdamos más el tiempo. —dijo Owen, e Ian se montó en la bici y se fue pedaleando lentamente.

— ¿Qué pasa Hall? ¿Tienes algún problema con las drogas?

— No, No sigas, vuelve a casa. —medio balbuceaba Kristine en la cama— dile que vuelva, no le dejes continuar. —parecía que hablaba con alguien, aunque estaba sola en la habitación, y en la casa, las drogas le hacían ver sombras.

— No, yo no tomo esas cosas. —respondió Hal— es mi mujer, esta tarde se ha metido un pico, y me la he encontrado casi inconsciente en el cuarto de baño, la he dejado en la cama, y le he dado un sedante.

— No tienes por qué estar aquí, vuelve con tu mujer. —le decía mientras se subía a su máquina.

— Si ya casi hemos llegado, no gano nada, seguro que estará dormida. —cogió la bici y se puso a pedalear en busca de Ian.

— Bueno tu mismo, vamos a ver si alcanzamos a Ian, ha llegado bastante antes que nosotros no sé como lo ha hecho, ha debido venir directamente de las oficinas. —se quedó pensativo— ¿pero como sabía que vendríamos aquí?.

Mientras Hal pensaba en su mujer— Mañana tiraré toda esa porquería, ya no necesitare estar encima de los proveedores ni perseguir a los clientes.—se culpaba de haberla metido en ese mundo, o por lo menos de ponérselo fácil. Su casa era como un Super de los estupefacientes.

— ¿Oyes ese ruido Hal?—con el silencio de la noche, se podían oír muchas cosas.

— Sí, parece como si estuviera lloviendo, pero ¿Dónde?, vamos a tener la noche completa, como venga lluvia. —pero no era lluvia.

— El camino está mojado por aquí, mira veo las huellas de una bicicleta, deben ser la de Ian.

— Mira a tu derecha Owen, un poco más arriba, es como si alguien hubiera sacado la manguera, voy a ver, si puedo limpiarme la cara, todavía tengo el sabor a sal en al lengua.

— Pero date prisa.

— Vale —se bajo de la bici y subió unos metros por la ladera, allí estaba, salía una fina cortina de agua desde el suelo— Sale de esa tubería, tiene una pequeña fuga, voy a limpiarme la cara.—se acercó, dejó la linterna donde no se mojara por si acaso, y se lavó la cara y enjuagó la boca, y al inclinarse un poco para escupir el agua, vio al raro en el suelo, se acercó más— ¿Qué es esto? un hacha!, miró la tubería y apreció que las marcas en la tubería por donde salía el agua, bien podían ser del hacha, miró a su alrededor, hasta donde la linterna le dejaba ver y no vio nada— Jo con la sal, no se va a ir el sabor ni con whisky. —pensaba mientras se agachaba a beber.

— Hal! ¿Qué haces?, ¿no te estarás duchando?. —le gritó Owen desde la carretera, que aún veía la luz de su linterna, pero no apreciaba movimiento.

— Bueno es aquí. —Ian Iluminó el poste que indicaba el km 5— ¿Y esto que hay en el suelo que es? —dejó de pedalear, frenó la bici en el lado izquierdo del camino, junto al poste, se bajo, dejando la bici apoyada en el poste— CRECK, CRECK —no dejaba de oír ese ruido, se agacho y miro de cerca el suelo, eran palomitas dulces, se le enganchaban a las zapatillas, a quien se le ocurriría tirar palomita aquí. —estaba todo el camino a partir del poste lleno de palomitas de colores, no podías seguir sin pisarlas— Mientras espero voy a probar el prototipo, según Hal era el modelo top, no el que se iba a comercializar. —venia con un guante que servía para configurar el dispositivo e interactuar con este. Ian se puso el guante en la mano derecha, y se colocó el SVA, eran como unas gafas pero algo más voluminosas, y pulsó el botón de encendido pero...— Que pasa, no funciona, que raro.—se sacó el SVA y la miró por todos los lados, pulsando el botón, pero no parecía que funcionara, entonces vio en un lateral interior el símbolo de una batería, abrió lo que parecía un compartimento, y vio que estaba vacío— No tiene pilas!! —exclamó Ian, que se quedó pensativo, y mirando las linternas de la bici, dijo— Pues no habrá más remedio que usar las de la linterna.—le quitó las pilas a la linterna y se las puso al SVA, se había quedado a oscuras, solo el pequeño resplandor que llegaba de la ciudad permitía a uno verse las manos— Vamos a ver si funciona esto.—se volvió a poner el SVA y pulso el botón, esperando que no pasara nada raro.


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⏰ Última actualización: Nov 05, 2016 ⏰

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