Capítulo 1

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No Eliza. No puede haber nada entre nosotros —dije por enésima vez—. No me gustan las relaciones serias—. Le expliqué aún soñoliento mientras me apoyaba en el marco de la puerta.

Eliza no contestó enseguida, se levantó con furia de la cama y me miraba mientras subía su pantalón y pensaba qué decirme, apretaba los puños y se apoyaba entre una pierna y otra; estaba a punto de explotar.

—¿Quieres decir que sólo querías tener sexo conmigo?—dijo al fin tratando de mantener la calma.

Intenté no ser tan cruel y reírme en su cara, así que pasé una mano por mí cabello como si meditara mientras le miraba divertido.

—No necesariamente contigo, hubiera podido ser con cualquier otra chica— Bostecé aburrido.

Su cara se incendió de la vergüenza, la cual anoche no se hizo presente.

—¡Eres un maldito Thiago!—. Me gritó tan fuerte que estuve tentado a taparme los oídos.

Luego tomó un enorme libro de pasta dura de la mesa y lo lanzó a mi cabeza. Logré esquivarlo en el último segundo. Salió del cuarto empujándome.

—¡Espera!

En el instante en que le dije que esperara Eliza paró en seco y se giró lentamente con un atisbo de esperanza en su rostro, sus ojos brillantes esperaban a que hablara.

—¿Cómo pudiste tirar mi libro de Harry Potter?—Dije rodando los ojos—.¿No ves que es la edición especial firmada por la autora? —le reclamé extendiendo mis brazos.

Su cara se puso seria, y de pronto la arrugó en un gesto de exasperación, sus dientes presionándose con fuerza mientras me sacaba el dedo medio aún más furiosa de lo que estaba y se largaba de la casa.

Después de reírme un poco y lavarme la cara voy a la sala. No puedo creerlo, rompió la lámpara al salir. <<Perra>> digo en voz baja mientras voy a la cocina por una lata de soda.

Siento mi teléfono sonar y mientras tarareo mi tono de llamadas "hotline bling" contesto:
—¿Qué qui...?

—¿Listo para una noche llena de chicas y alcohol?—.Contesta Mauro al otro lado del teléfono y suelta una gran carcajada.

—¿Cuando no lo hemos estado Mauro?—. Le respondí sonriendo.

—Genial, Leila llamó y dijo que tendría una sorpresa para nosotros—. Ambos reímos.

—Siempre me han gustado las sorpresas de Leila, son muy interesantes— se ríe.

—Entonces, paso por tu casa, ¿llego a las 7?

—¡Ni lo pienses! Eso es muy temprano. Además creo que saldré con Andrea.

—Vale, me llamas cuando estés listo.

Al colgar muevo mi lindo trasero directo al televisor y veo deportes hasta que me quedo dormido. Duermo quizás 3 horas y cuando veo mi celular tengo un mensaje de Leila, me asombro y lo leo:

—¿Listo para una súper fiesta cariño?

Rápidamente le respondo y escribo:

—Para comenzar no me digas cariño, y segundo no estoy muy seguro de ir.

Envío el mensaje y busco algo de comer, cuando escucho que ha contestado la ignoro. Al poco tiempo recibo otro mensaje, supongo que es ella y lo ignoro de nuevo.

Decido tomar mi carro y visitar a Andrea. Vive a pocos minutos de mi casa, por lo cual llego rápido.

Cuando llego a casa me bajo del auto y me dirijo a la puerta, antes que suene el timbre la puerta se abre y aparece Eliza con una sonrisa, me dice:

Into The Fire And WaterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora