Capitulo 3

3.1K 195 27
                                    

Capítulo Tres

Sasuke Uchiha dio un paso desde el coche, nervioso como un novio. Lo cual, él suponía que era. Le había llevado casi tres semanas rastrear a Sakura, semanas de frustración, culpa y preocupación. Pero ahora iba a verla otra vez. El pensamiento de percibir su esencia, tal vez incluso tocarla, hizo que su pulso golpeara en sus oídos. Ah, ella lo tenía mal.

Él sonrió abiertamente. Era maravilloso, encontrar a su compañera. ¡Y de un modo tan extraño! Su padre había tratado de decírselo, pero Sasuke nunca lo había creído, siempre se había figurado que una hembra era Como la siguiente. ¡Pero él había encontrado a su compañera por la más pura suerte y, lo mejor de todo, lo más maravilloso de todo, ella era una humana extraordinaria! Y el homo lupus, a diferencia del homo sapiens, se apareaba de por vida.

Ahora a persuadir a Sakura, quién pensaba que su futuro esposo estaba más loco que una cabra.

Naruto e Itachi salieron del coche y los tres examinaron el edifico de apartamentos ante ellos. La mínima seguridad -que no sería un problema para tres hombres lobos en la flor de la vida- y una localización agradable, directamente sobre el lago, con un parque enfrente. Lo mejor de todo, a menos de cuatro horas en automóvil de la hacienda Uchiha.

-Recordad -les dijo a sus hombres. Naruto e Itachi eran sus amigos más íntimos, sus protectores más feroces-. Estaba muerta de miedo. La forcé, y ella tuvo que asumir que morí. Estará aterrorizada cuando me reconozca.

-Si te reconoce -le recordó Naruto. Él era tan rubio y hermoso como Sasuke era oscuro-. Sus ojos no son tan buenos como los tuyos. Probablemente en el ascensor estaba oscuro como la brea para ella.

-Si ella me reconoce -estuvo de acuerdo Sasuke-. Yo estoy simplemente recordándote, que necesitarás...

-Paciencia -Naruto e Itachi completaron al unísono, luego se rieron de él. Sasuke puso sus ojos en blanco y golpeó a Itachi detrás de la cabeza.

-Es verdad -dijo él-, yo podría estar repitiéndome.

-Deja de preocuparte, Sasuke -dijo Naruto-. No vamos a luchar con tu compañera.

- ¿Crees que está embarazada? -preguntó Itachi con esperanzadora curiosidad. Él era un pelinegro de pelo lacio con rasgos maduros. Aparentaba dieciséis, y tenía el doble-. La manada durante mucho tiempo ha estado esperando que te aparees y proporciones un heredero. Sería maravilloso sí ella...

- ¿Estuviera embarazada y feliz de ver a nuestro líder de manada, y aceptara nuestro estilo de vida con los brazos abiertos, y se adaptara a la manada como si hubiese nacido en ella? -Naruto sacudió su cabeza ante sus amigos-. Nada de esto va a ser fácil, para ella o para nosotros. Mejor que no esté embarazada. Entonces Sasuke puede dejarla ir.

-Suficiente -dijo Sasuke bruscamente. ¿Dejarla ir? ¿Dejar ir a aquella mujer ingeniosa, hermosa, sensual? En sus sueños, en sus oídos todavía resonaban sus gritos de éxtasis.

¿Dejarla ir? Eso se podía discutir, se consoló él. Ella seguramente estaba embarazada. Su olor había sido todo dulce madurez, como un maduro melocotón. Y bajo él, ella había sentido...

-Perdóname, O poderoso rey de los hombres lobos -dijo Naruto con sequedad-, pero estás a punto de toparte con ese pilar.

-No lo estoy -dijo él, virando bruscamente en el último momento. Él sonrió abiertamente a sus amigos, que pusieron sus ojos en blanco. Itachi había tomado una compañera el año pasado, y por lo tanto sabía exactamente por lo que su líder de manada estaba pasando. Naruto no tenía, y por eso pensaba que su líder estaba siendo estúpidamente sentimental.

Prisionera de Amor SasuSakuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora