Capitulo 8

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Capítulo Ocho

- ¡La has quebrado!

La acusación hizo que Sasuke se despertara completamente. Después de dejar a Sakura, había caminado por su habitación durante horas, preguntándose si había algo que pudiera haber hecho de forma diferente. La disciplina de los hombres lobos había sido un error... ¿o no? Si esto le impedía huir con Danzo, merecían la pena las lágrimas y el odio. Prefería que le odiara a que le amara y muriera al día siguiente.

Todo se debía a sus naturalezas, al hecho de que él tenía reglas diferentes a las que ella estaba acostumbrada, pero ella no podía aceptarlo porque no podía aceptarlos a ellos. Ella pensaba que todos estaban locos. Quizás la sugerencia de Itachi había sido correcta. Si ella los viera Cambiar, incluso el Cambio de uno de ellos, podría contemplar su situación bajo una nueva luz.

Pero oh, ella estaría aterrorizada, esperaría ser forzada otra vez. ¿Podría él exponerla a esto, aunque supiera que tenía razón?

¿Él tenía razón?

Finalmente, se había quedado dormido al amanecer, sólo para ser despertado por el sonido de su puerta al abrirse de golpe y por Naruto gritándole.

- ¿Qué? -preguntó confusamente, parpadeando para apartar el sueño de sus ojos. Él miró fuera por la ventana... y se asustó al ver que estaban a mediados de la tarde-. ¿Qué pasa?

Su amigo de la infancia cerró de golpe la puerta con tanta fuerza, que una astilla de la longitud de su antebrazo saltó del marco y aterrizó en el suelo.

- Has quebrado a tu compañera, eso es lo que pasa. Ella ha estado enroscada en el asiento junto a la ventana todo el maldito día, sin decir una palabra a nadie, sin comer nada, por Dios, ella ni se viste, ni habla, ni come...

- Te estás repitiendo -dijo él bruscamente, reprimiendo el dardo de preocupación que durante un instante provocaron las palabras de Naruto-. ¿Le han hecho daño? ¿La ha visto alguien?

- No le han hecho daño -dijo Naruto, descontento-, sigo diciéndotelo, ella está quebrada. Tú rompiste su espíritu. Y pensamos que apestas -Él hizo una pausa, tosió-. Señor.

- ¿Nosotros? -él preguntó, deslizándose de la cama-. ¿Mi personal leal y los miembros de la manada, quieres decir?

- Puedo olerla por todas partes en ti -dijo su amigo en voz baja-. La tomaste otra vez, ¿verdad?

- Cuando oí que Danzo realmente había puesto sus manos en ella...

Naruto gimió y se dejó caer en la cama.

- No se castiga a una compañera, dime, dime que no tomaste a una humana como castigo.

Silencio.

Naruto se sentó y fulminó con la mirada al líder de su manada

- ¡Kami, Sasuke, ella es delicada! Es humana. No deberías haberlo hecho, no importa lo que te asustara. No puedes tratarla como a un hombre lobo, incluso si es tu compañera.

Un gruñido bajo atrajo la atención de Naruto, y él bajó sus ojos inmediatamente

- Bien, infiernos, estoy disgustado. Yo no debería decirte como manejar a tu hembra -Él hizo una pausa, luego estalló furiosamente, todavía manteniendo sus ojos respetuosamente bajos-, pero tú deberías levantarte de ahí y arreglarlo, O poderoso rey de todos los hombres lobos, porque tu compañera está en un estado lamentable y es culpa tuya. Ella debería comer. Y estaría bien si se vistiera, también.

- No puedo ir cerca de ella -dijo él, paseando por la misma extensión de la alfombra que él había andado tantas horas anoche-. Soy parte del problema. Ella no entiende nuestras reglas, no entiende...

Prisionera de Amor SasuSakuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora