Unidos Por Un Amor Imposible

CAP. 9 El reencuentro

Y así estaba yo, más nerviosa que el primer día, sabía que lo volvería a ver, elegí la ropa más linda y me arregle lo mejor posible, una falda con olanes de flores, blusa blanca escote en V, unas zapatillas de plataforma, ondule un poco mi cabello, me delinee los ojos, enchine las pestañas y pinte mis labios de carmesí. No pude desayunar, estaba muy nerviosa así que me encamine a la parada, esperando a Rose.

Al llegar me contó cómo estuvieron sus vacaciones, me contó que su familia decidió salir, fueron a la playa, estaba increíble y ella llego con un bronceado perfecto yo solo alcance a decir que envidia. Me dijo que extrañaba a Sebastián que casi no lo había visto, solo platico con él por teléfono; yo no solo no vi a Alex sino que tampoco hable con él, al pensar en ello un nudo en el estomago se me formó, pues recordé que por más que yo me esforzaba tal vez nunca alcanzaría a siquiera ser importante para él.

Al llegar a la prepa alcance a ver a Alex a lo lejos con otros profesores, platicando y sonriendo con otra profesora, de su misma edad, solo platicaban pero eso me volvió a la realidad ella era más del tipo de Alex, una joven cómo de 30 años rubia, alta, buen cuerpo, sonrisa de ángel, y se notaba que ella sentía atracción por él y no la culpo quien no sentiría atracción por mi Alex, por esos hermosos ojos azules, esa sonrisa hermosa; el por su parte sonreía de forma educada mientras platicaba, no notó que yo los observaba. Yo solo pensé ¿Por que se fijaría en mi? ¿Por qué miraría a una niña pudiendo tener a una mujer? ¿Por qué creer qué mi amor imposible pudiera ser posible?

Los ojos se me aguadaron, me aleje antes de qué lágrimas cayeran por ellos, eso aumento más mi tristeza, todo el día estuve pérdida en mis pensamientos mientras los profesores entregaron planes de estudio, yo parecía zombie pues estaba muerta en vida. A la hora del almuerzo volví a no comer nada, salvo un jugo, al pasó qué iba no solo estaría muerta en vida sino muerta muerta.

Llego la clase de Alex, al verlo entrar lo mire y el miro, por un segundo nuestras miradas se juntaron pero volví a sentir qué me alcanzaba el llanto, creo qué estaba muy sentimental, el cómo siempre, no nos agobió como los demás profesores, solo nos saludo y pidió qué contáramos cómo nos fue en las vacaciones, no pasamos al frente, solo quien quería hablar lo hacia, era un gran profesor, varios y varias aprovecharon para presumir qué tienen padres ricos qué los llevan o mandan a lugares fabulosos de vacaciones. Alex solo se limito a decir qué es bueno conocer, salir, explorar, vivir nuevas experiencias, qué todos los qué pudieran aprovecharán para vivir la vida ahora qué pueden, después llegan las responsabilidades y aún cuando se quiera a veces no hay tiempo. Yo estaba de acuerdo con él cómo siempre. Pero me límite a decir nada, no tenía ánimos, además no tenía nada interesante qué contar. Así terminó la clase y el día.

Poco a poco todos salieron y yo como siempre salí de último, no tanto para hablar con Alex, sino porque estaba tan ensimismada con mis pensamientos, tan agotada tal vez por no haber comido, y tan triste qué me tarde en guardar mis cosas cuando por fin había terminado levante la mirada para irme cuando me encontré con unos hermosos ojos azules mirándome.

-Rubí, ¿Te encuentras bien? Te noté distraída y agotada en mi clase- genial, yo me quería ver increíble para él y solo me vio agotada

- Si, gracias profe Alex, solo estoy un poco cansada.

-No habíamos quedado qué entre nosotros me dirías Alex? ¿Pero como puede ser qué esta cansada cuando acabas de volver de vacaciones? -si, es extraño, ¿Qué puedo decir? En estos momentos mi cerebro no me ayuda y mi subconsciente me traiciona

- Es qué, creo no me he desayunado bien- genial subconsciente, ahora no solo te verá como zombie, sino como una niña desnutrida

-Entonces eso tiene solución, vamos a comer, voy a firmar salida y espérame en la parada de autobús.

Sin esperar mi respuesta se encamino a salir, yo me quede pensando en lo bipolar qué te hace sentir el amor, hace dos minutos esta más triste qué nada y ahora quería saltar de gusto, sin más salí a donde me dijo Alex no sin antes pasar al tocador a retocarme mi maquillaje. No espere mucho cuando vi su coche y me subí, fuimos a un restaurante no tan grande, no tan ostentoso, tranquilo, cómo a unos veinte minutos de la prepa lo qué me pareció bien, pues más cerca alguien nos pudiera ver y aunque no estábamos haciendo nada malo, podríamos meternos en problemas.

-Y cuéntame, ¿Cómo te fue en tus vacaciones? ¿Te divertiste mucho?

-En realidad todo fue tranquilo, mi papá no tenía vacaciones así qué no era fácil salir así qué nos quedamos. ¿Y tu Alex? ¿Saliste a algun lado? -en realidad quise decir con alguien como con su novia, pero no era facil

-Pues solo fui a visitar a mis padres y hermanos, pero no es fácil, ellos tienen responsabilidades, familia y pues no tienen tiempo, y ver a mis sobrinos me recuerda a mi hijo así qué estuve solo un par de días con ellos.

-Comprendo, no debe ser facil, pero de seguro tienes amigos o amigas - o novia grito mi subconsciente de nuevo

-Si tengo un par de amigos a los qué frecuento pero es la misma historia. Llego a mi departamento y recuerdo qué estoy solo- solo, eso quiere decir que no tiene novia, por inercia, tome su mano, el apretó la mia y me miro con sus hermosos ojos

-Cuenta conmigo, por ello tienes mi número, cuando gustes podemos salir, platicar para despegarte -por unos segundos noté una media sonrisa por aparecer en su rostro hasta qué se levanto.

-Creo qué es hora de qué nos vayamos.

Alex me llevo hasta mi casa, no había problema, tal vez mis padres no estén o ni siquiera se percaten del carro, antes de salir me despedí con un beso en la mejilla y le agradecí por la invitación. Pero antes de salir del carro note una lucha en su interior qué le hacia difícil hablar, y  tomó mi mano

-Rubí, esto qué hice hoy esta fuera de los estándares, no se qué me sucedió, cómo tu profesor no debemos socializar fuera de la preparatoria, por ello no te llame, no esta bien qué yo te llame o mensajee, soy tu profesor y alguien mayor qué tu, perdón, sencillamente no pude evitarlo al verte mal. Me disculpo por ello- quería no haber escuchado estas palabras, acaso jamás podría dejar de lado sus prejuicios, sus estereotipos, justo cuando la habíamos pasado tan bien aparece su "buen juicio"

-Comprendo Alex, no te preocupes, soy una persona reservada y nunca haría nada para meternos en problemas, yo solo me la pasó muy bien contigo.

-Yo también, me gusta estar contigo, no eres como las demás, por eso a veces olvido qué algunas cosas no deben de suceder. Bueno te dejo, descansa, hasta mañana.

-De nuevo gracias por todo, cúidate.

Y de nuevo algo se interpone entre nosotros ahora, la triste voz de su conciencia. Cada día especial sale un nuevo enemigo, ahora uno interno, ¿Alguna vez puede ser posible este amor?