-¡Te dije que no lo hicieras! ¡Lo repetí cientos de veces!- grito, arrugando su expresión al máximo, nunca lo había visto así.
-¡No lo pude evitar, no fue mi culpa!- continuaban diciéndose, no me gustaba verlos así, lastimándose.
Camine hacia mi cuarto y tome aquel pequeño bolso, que según pensaba, tenía todo lo que necesitaría. Pero la realidad era que no sabía ni lo que estaba haciendo, ni en que me estaba metiendo, simplemente quería huir, alejarme de ese lugar, no podía hacerlos más infelices. Lo único que oía de mis padres era maldecirse por problemas y problemas. Necesitaba darles un respiro, a ellos y a mí.
Los gritos no disminuían, y ya que estaban tan enfrascados en su discusión (sí, yo era la culpable, como en la mayoría de las ocasiones), no me fue muy dificultoso salir por la puerta trasera. No tenía tanto dinero como para un boleto de avión, ni la suficiente edad como para salir del estado por mi cuenta, pero tal vez caminando en el medio de la noche algo se me ocurriría. Apure mi paso, ya que no era muy seguro caminar, tan lento y sola, a las tres de la madrugada por las calles de Manhattan.
‘’Queens’’ pensé al llegar a la estación de trenes, compre mi boleto y tome asiento en una de las bancas. Faltaban solo unos cuarenta minutos para que el tren llegara, mientras que revoloteaba entre mis cosas para asegurarme de que todo estaba bien me pregunte si alguien había notado mi ausencia en casa, si se habrían dado cuenta de que no estaba y cuáles fueron sus reacciones, pero no lo sabía y no quería pensar en eso. “Despeja tu mente Alex, despeja” repetí para mis adentros.
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Queens se asemejaba mucho a Manhattan, sus edificios, sus luces, todo era muy parecido excepto el hecho de que ahora mis padres no estaban y era libre en cuerpo y alma, aunque legalmente, no tanto.
No sabía dónde me encontraba, solo sabía que había abandonado la estación de trenes cientos de metros atrás, el bolso me pesaba y mi cuerpo estaba cansado por el largo viaje. Me deje caer a un lado de la calle, no pude evitar que un par de lágrimas corrieran por mis mejillas, era esto lo que yo había querido, pero apestaba estar en un lugar extraño, sola y sin nadie. En estos momentos desearía tener un jodido mejor amigo acompañándome y repitiéndome lo demente que estoy por hacer esta clase de estupideces.
Había perdido la noción del tiempo hasta que el ruido de un claxon me sobresalto. Levante la vista para encontrarme con una camioneta que por la poca luz de la noche pude distinguir era roja y algo vieja, un chico que me veía con ojos expectantes.
-¿Necesitas un aventón? –dijo con una sonrisa en su rostro.
-Em..- me le quede mirando, debía elegir entre subirme al auto de un extraño o quedarme en la acera toda la noche lamentando mis miserables problemas- Bueno- Le sonreí, a fin de cuentas, ya había jodido todo yéndome de Manhattan, que más daba.
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Bueno, primer capitulo. Algo de suspenso todavia, pero tranquilidad y paciencia, iran descubriendo la vida de Alex con el paso de la novela. Espero que les guste mucho mucho mucho, quiero COMENTARIOS y VOTOS♥, me ayudarian mucho a seguir con esto.
Graciasssss♥