Capitulo 4:''Un obstáculo en el camino''.

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-¿Dos horas conduciendo?-Pregunto Caroline bufando-Ojala lo valga.

-Estoy conduciendo yo-Rode los ojos.

Luego de haber desayunado, habíamos hablado un poco más con Martha e incluso algo con su marido el rarito Gregorio. Pero aun debíamos continuar alejándonos de nuestro antiguo lugar, así que, tomamos nuestras maletas y nos despedimos de la pareja. Martha no nos dejó pagar un peso por nuestro hospedaje y comida aun cuando insistimos, simplemente seguía diciendo que le recordábamos a su hija y habernos tenido y alimentado había sido un gran placer. Incluso dijo que podíamos volver cuando quisiéramos, y que no nos olvidáramos de ella.

Me conmovió tanto, que no pude evitar abrazarla al sentir tal gesto tan... Materno. Pero antes de dejar que la tristeza me invadiera, tome nuestras maletas, las puse en el auto y entre al lado del piloto sin mirarlos más. Pocos minutos después Caroline entro sonriendo nostálgica.

Llevábamos maso menos diez minutos conduciendo y Caroline ya estaba molestando.

-Eso es porque yo conduje la última vez-Me dedico una sonrisa.

Decidí ignorarla.

-¿No te parece un poco raro donde viven?-Pregunto refiriéndose a la pareja.

-No lo sé-Alce los hombros y le eche una rápida mirada-Ella dijo que quería vivir lejos de la ciudad y la verdad, me parece entendible.

-Si, pero sigue siendo un poco... Fuera de lo normal-Se removio en su asiento mirando por la ventana.-Estan muy viejos, mas que todo el señor Gregorio, si le da un infarto, sin duda no sobreviviría a horas de viaje hasta la ciudad o incluso hacia el pueblo y entonces ella quedaría sola.

-¿Te conmovieron tanto?-Sonreí mirándola.

-¿A ti no?-Volví mi vista hacia la carretera mientras mordía mi labio inferior. Al ver que no contestaba Caroline continuo:-Lo que quiero decir es que uno es un buen lugar para un par de ancianos con la tumba en la espalda.

-Ya estoy confundida-Suspire-Solo hablas de ellos muriendo.

-Estoy siendo realista-Contrataco rápidamente-Tu también los viste. Solo... no lo sé, estoy preocupada por ellos.-Alce una ceja.-Lo sé, soy patética.-No lo era. Para nada.- ¿Qué clase de hijos teniendo a sus padres los dejarían así? Si aún tuviera a los míos, sin duda mantendría con ellos.-Trague saliva al mismo tiempo que sentía un nudo instalarse en mi garganta. Caroline noto muy tarde lo que había dicho, pero aun así me echo una mirada de disculpa. Ni siquiera la mire, seguí con mi vista en el camino y luego de eso, el silencio reino en el auto.

***

Llevaba casi dos horas conduciendo sin cruzar palabra con Caroline, quien se habia dedicado a mirar por la ventana. Lo de antes había quedado olvidado, pero simplemente no me había apetecido hablar y por lo que había notado, a Caroline tampoco. Cada una iba encerrada en sus propios pensamientos. Hasta que, interrumpieron nuestra paz.

Fruncí el ceño al notar a metros de nosotros una persona parada a mitad de la carretera. Sacudí mi cabeza pensando que quizá, era mi imaginación, pero no, aún continuaba ahí, de frente en nuestra dirección.

-Caroline-Murmure sin despegar la vista del hombre frente a nosotras que cada vez se hacía más cercano.

-¿Qué?-Hablo volviendo su vista, hasta que observo, al igual que yo, lo que estaba pasando.

-¿Tú crees...?-Murmure.

-No lo dudo-Se enderezo en su asiento.

-Mierda-Gruñí

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