~My Last~ ↪️ChenMin🌻

The Second

Llamadas

Aquellas en las que cada mañana interrumpen nuestro sueño. A pasado una semana desde la ultima vez que discutimos. Él Jong serio, que sólo trabajaba había cambiado por el Jongdae animado y felíz. Me alegraba bastante pero aquellas llamadas me tenían con la flor a piel. Trabajo, cada vez que teníamos tiempo para estar juntos aquella palabra se volvió habitual.

¿Enfadarme?

No tenía caso, había hablado con Dae acerca de el por qué en su trabajo lo explotan en demasía. Estoy de acuerdo que tiene un puesto importante en aquella editora. Nada que ver con el cantante de Jong. Pero siempre lo apoye y si su rumbo era otro pues bien.

¿El trabajo afecta?

Me he preguntado eso tantas veces. ¿El trabajo afecta? No soy una persona que exige mucho pero Dae me a prohibido volver a trabajar, según él el único que debe esforzarse de más es el , que quiere darme el mundo entero si es posible.

Las pláticas sobre que el es mi mundo y no me interesa nada más le han quedado claras pero aún así se empeña en lo contrario.

Suspiro pesadamente y camino de la habitación hasta la planta de abajo a mi lugar favorito el ventanal . El único lugar dónde pienso en el pasado, y qué es parte de mi presente y que me ayuda a pensar en un futuro.

¿Un futuro?

Mi mirada está fija a aquel árbol que está por marchitarse y de todos es ese el que me llama la atención. ¿Me dices algo?. Quizá sí, quizá no. Cierro mis ojos por varios minutos encontrando una paz que no podía tener en horas atrás. Horas atrás en dónde solicitaban por teléfono a un Kim que fuera para la editorial lo más rápido que pudiese. Y si, Dae tuvo que irse hace horas y aún no regresa.

Ideas vagas por mi mente, el Minseok de antes , el miedoso e inseguro me invade al estar aquí en este lugar. Al único lugar dónde Jongdae no está a mí lado y no me distrae ni nada.

A veces estando aquí, pienso que estando con Jongdae mi vida es otra, pero cuando se va , mi mente me juega mal.

No es que sufra de algún transtorno ni nada, creó pero aún así las vivencias te marcan y tengo miedo de ser siempre así.

Días

Han pasado días en los que nada a empeorado pero nada a mejorado. Es difícil estar todo el día en casa sin nadie más que éste contigo. Hace días hable de este tema con Jongdae y me propuso a ir a cursos de fotografía , ir a los parques y tomar buenas fotos.

Me pareció buena idea al principio. Los diferentes escenarios que hacen que la imagen sea perfecta debido a sus elementos. Fue buena idea.

Pasaba mis tardes ya no encerrado en casa ni estar en el balcón. Ahora mis tardes eran recorrer lugar y tomar buenas fotos. Los lugares a los que siempre frecuentaba ya no me parecían buenos. Me había basado en un tanto a la naturaleza que ahora me proponía la ciudad.

¿Mi primer lugar?

El edificio dónde mi esposo trabaja. Era muy lujoso por fuera que sería por dentro. Tome las fotos y pensé en si debería ir a buscarlo así que decidí sorprenderle ¿Por qué no?.

¿Nervioso?

Me cuestionaba una y otra vez con la finalidad de convencerme que no. Subí hasta aquél piso dónde está su oficina, camine hasta donde estaba la recepcionista. Me atendió y me dijo que esperará unos segundos ya qué estaba tratando un asunto muy importante.

Decidí esperarle, movía mis manos un tanto inquietas. No es qué fuera por qué casi no frecuentaba éste lugar, sino por qué sentía que algo no estaba bien. Cerré un momento mis ojos y elimine esa idea de mi cabeza.

-Sí, espero qué se lleve todo a cabo. Sería una pérdida si no estuviese adentró.- Decía un hombre más bajito que nosotros.

-Sería una lástima.-

Dae término de decir aquello para voltear y verme esperando en aquel sofá.

-¡Minseok! Mira te presento a un gran colega ; Baek.- Me acerca tomando me de la muñeca y me presenta a aquella persona. Me limito a sonreír y a asentir.

-Hola soy Byun Baekhyun.- Me tiende la mano y la tomo para saludarlo.

-Oh , Hola Soy Kim Minseok.- Aquella persona sólo asiente. ¿Me conoce? Claro. La gente sabe qué eres el esposo de Kim. Debo de dejar de pensar en cosas sin sentido.

-Bueno me tengo que ir, si hay un problema te lo hago saber. Hasta luego- Y sin más se fue.

Me había quedado sin palabras. A pesar de venir a la oficina nunca había visto a Byun por aquí , ni mucho menos que alguien cómo él trabajará al lado de Jong.

Antes de cuestionarle más sobre aquel tipo Jongdae me interrumpió. -Tengo una hora libre, ¿Te apetece si vamos a comer?.- Le miré y vi en esos ojos algo que no podía descifrar. Pero cómo siempre deje pensar de más y asenti.

La zona era muy bonita y muy bien localizada. No había que caminar mucho para encontrar variedad. Unos minutos después encontramos un buen lugar para comer.

Me sente y lo primero que vi fue a un Kim tan concentrado en su teléfono. Le reñi y golpe su mano un suavemente.

-Me acabo de caer, ya perdí una vida.- Voltea su celular y un tonto juego aparece en la pantalla. Tonto.

Pedimos nuestra comida y no pude dejar de mirarlo. Cada día me enamorada más de él y cómo antes, esa cara gatuna hacía de mis días lo mejor en la vida.

-¿Tan guapo soy que no dejas de mirarme ni para comer?- Suelta con un tono un tanto gracioso.

-¿Así me tienes Jongdae, qué me haz hecho- Le siento sincero y deja su los cubiertos de su plato para posar sus manos sobre las mías que yacían sobre la mesa.

-Te amo y lo sabes. Aquí el que debe pedir respuestas soy yo. ¿Qué me haz hecho Minseok?.- Sus dedos acarician suavemente mi mano y sólo puedo cerrar los ojos. Tomo sus manos , abro los ojos y le miro.

-Temo que no tengo respuesta para eso. No se por qué te hago feliz si soy una porquería de persona y no quiero que interrumpas. Prometo velar por tú felicidad, qué seas amado y si de mi depende tú felicidad bien , adelante tomala.- No se por qué dije aquéllas palabras pero era algo sincero , algo que no se por qué salió de mí.

No pude evitar más las lágrimas y lloré. No quería que esto terminará de está forma pero ya había pasado.

Había llegado la conclusión de qué el problema era yo y qué Jongdae no tenía la culpa. ¿Por qué lidiar con alguien como yo?. Quizá él ya se había cansado de todo esto y por eso prefirió el trabajo como un lugar del cual escapar.

Le volví a mirar de nuevo a los ojos y encontré la respuesta a todo. Le estaba quitando un gran peso de encima. Sin más me levanté rápidamente y sin más salí de aquel lugar.

Había dos respuestas hacia aquella pregunta; una, nuestro amor era grande y sincero, dos; lo llevamos hasta la monotonía y el miedo a estar solos nos invadió.

**Lo siento por si hay errores ortográficos**